Los socialistas preparan negociación
El PSOE busca apoyos para formar gobierno en España
La derrota infringida al candidato conservador, Mariano Rajoy, a la presidencia del gobierno de España ha elevado la moral del PSOE hasta límites insospechados hace una semana. Tanto que su secretario general y líder, Pedro Sánchez, comienza barajar seriamente presentarse por segunda vez al escrutinio del Congreso aunque sólo en el caso de que sus maniobras de aproximación a otras fuerzas parlamentarias le garanticen el éxito. Pese a la unanimidad de la prensa escrita del país en culparle de la situación del desgobierno que vive España y de preferir unas indeseables terceras elecciones, Sánchez parece convencido de que esta vez puede lograr su ansiado objetivo. Con sólo 85 de los 350 diputados de la cámara legislativa nacional, a Sánchez le faltan 91 votos para obtener la mayoría absoluta que marca la ley para ser investido presidente. Una tarea temeraria, tal y cómo se encuentra de enfrentado el Parlamento.
En las últimas horas ha recibido el apoyo de un sector importante de la sociedad civil española. Se trata de 700 intelectuales, escritores y profesionales académicos que han firmado el manifiesto ‘Por un Gobierno de Progreso’ en el que urgen a PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos a que lleguen a un acuerdo de mínimos para desalojar al Partido Popular del poder y emprender una regeneración política real en España. Las posibilidades de que este pacto llegue a producirse son mínimas ya que poner de acuerdo a dos formaciones antagónicas como las que lideran Pablo Iglesias y Albert Rivera puede resultar más complejo que enviar al hombre a una galaxia lejana. El vicesecretario de Ciudadanos, José Manuel Villegas, se encargó ayer de echar un jarro de agua fría sobre esta opción “porque es imposible” y apostó porque el PSOE permita que gobierne Mariano Rajoy “en minoría”.
Era algo que los 700 firmantes del manifiesto esperaban. Uno de sus precursores, el académico y poeta Luis García Montero, reconoció que su deseo era que la línea roja a ese ejecutivo alternativo al PP la pusiese Albert Rivera porque con ello demostraría que es “no es tan conciliador como aparenta”. Unidos Podemos, por su parte, mantiene un perfil bajo a la espera de los movimientos del PSOE pero ha dejado patente en numerosas ocasiones su total disposición a llegar a acuerdos de gobierno con los socialistas.
La negativa de Ciudadanos a sumar sus 32 votos a una candidatura de Sánchez apoyada por los 71 diputados de Unidos Podemos, la mirada vuelve a dirigirse a los partidos nacionalistas vascos y catalanes en cuyo ideario se encuentra el derecho a decidir su futuro territorial y, por lo tanto su pertenencia a España. Los ‘barones’ del PSOE críticos con el actual líder del partido, inspirados por Felipe González, ya han anunciado que se opondrán con todas sus fuerzas a un acuerdo con esos partidos mientras piden al PP altura de miras para proponer otro candidato que no se llame Mariano Rajoy y desarmar a Pedro Sánchez.
Pero todo parece cuestión de tiempo. De unas semanas. Hasta el próximo día 26 de septiembre. Entonces se conocerá el resultado de dos comicios autonómicos, Euskadi y Galicia, que se presentan clave para el reparto de apoyos a un candidato del signo que sea a la presidencia del país. Los vascos, con el régimen de autogobierno propio más desarrollado de España, celebrarán las elecciones más igualadas de su historia donde los nacionalistas van a necesitar el apoyo del PSOE, y quién sabe si también del PP, para seguir gobernando ante la irrupción arrolladora de Unidos Podemos. En Galicia, el partido de Rajoy puede perder la mayoría que ostenta si la formación de Pablo Iglesias y la de Pedro Sánchez llegan a un acuerdo.
Que el PP pierda fuelle en ambas autonomías y que gobiernen los socialistas sería la vía podría salvar al náufrago que parece hoy Pedro Sánchez frente a los que piden su cabeza dentro del partido. La última posibilidad es la más denostada: una nueva convocatoria electoral, la tercera en un año. Si así fuera, algunos expertos profetizan “la muerte para un gobierno de cambio” porque será un paseo triunfal para la derecha. (I)