El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha realizado varias pruebas con misiles en su intención de amenazar a Estados >Unidos
El Premio Nobel de la Paz honra esfuerzos para eliminar 15.000 armas nucleares
Washington D.C..-
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN - por sus siglas en inglés) ganó ayer el Premio Nobel de la Paz, un reconocimiento a sus esfuerzos por evitar el conflicto nuclear en un momento en el que la amenaza atómica es más alta que en cualquier otro período de la historia. La página Nuclear de Científicos Atómicos publicó que en el mundo existen 15.000 armas nucleares. (Ver los detalles en infografía).
*Haga click en la imagen para agrandarla
En los últimos meses, el líder norcoreano Kim Jong Un ha realizado todo tipo de pruebas de misiles en su territorio en clara amenaza a EE.UU. y su territorio de la isla de Guam, pero los expertos prevén que sí tendrían misiles balísticos intercontinentales (ICBM) que pueden topar el territorio estadounidense.
Ante esto, el presidente Donald Trump advirtió que podría “destruir totalmente a Corea del Norte” si es provocado. Los intercambios de advertencias e insultos entre los mandatarios generan temores a la comunidad mundial ya que un error de cálculo desencadenaría un conflicto catastrófico.
De acuerdo con el diario The Washington Post, el Comité Nobel de Noruega destacó que el grupo fue honrado por sus esfuerzos para fomentar una prohibición global de las armas nucleares. La participación de ICAN fue aprobada en julio por 122 miembros de las Naciones Unidas y su postulación fue anunciada el mes pasado.
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares nació en 2007 y ahora sus actividades se desarrollan en más de 60 países. Beatrice Fihn, directora del organismo, explicó que es un movimiento amplio e inclusivo, que “surge de la necesidad, urgencia y factibilidad de la abolición de armas nucleares y que se centra en la movilización de la sociedad civil en lo que respecta al objetivo específico de negociar un tratado global para abolirlas de una buena vez”.
Esta premiación se da 2 años después del histórico pacto nuclear alcanzado entre Estados Unidos (dirigido por el expresidente Barack Obama, que en 2009 recibió el Nobel de la Paz) e Irán, que frenó su acceso a la bomba atómica a cambio del levantamiento de sanciones y ante las versiones que aseguran que el presidente estadounidense, Donald Trump estudia romperlo el próximo 12 de octubre.
Los aliados europeos temen que el líder estadounidense desencadene una proliferación nuclear.
Luego de la decisión climática de París, en la que Trump retiró a Estados Unidos de un acuerdo ampliamente apoyado y penosamente negociado, ‘esto podría llevar al multilateralismo al punto de ruptura’, enfatizó - bajo anonimato- un alto funcionario de uno de los tres signatarios europeos del acuerdo con Irán.
De los 3 países - Gran Bretaña, Francia y Alemania - ninguno cree que Irán está en violación y cada uno ha dicho públicamente que no renegociará el acuerdo nuclear.
El riesgo de la guerra crece
“El riesgo de guerra nuclear ha crecido excepcionalmente en los últimos años y por eso hace que este tratado y nosotros recibamos este premio tan importante”, dijo Beatrice Fihn, directora ejecutiva sueca de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares.
En una entrevista telefónica con The Post, Fihn destacó: “No tenemos por qué aceptar este -riesgo-. No tenemos que vivir con el temor de que Donald Trump pueda comenzar una guerra nuclear que nos destruirá a todos. No debemos basar nuestra seguridad en si su dedo está o no en el gatillo”.
Mientras que el ICAN reconoce que las armas nucleares no desaparecerán pronto, Fihn explicó que sigue siendo un objetivo realista a largo plazo, similar a la forma en que se creó un tabú internacional alrededor del uso de armas químicas. Asimismo reconocen el reto de persuadir a las potencias nucleares para que acepten abandonar sus armas. “De los 122 países que han firmado el tratado de prohibición nuclear, ninguno las posee”, enumera en su entrevista.
Respecto a este punto, Rebecca Johnson, directora ejecutiva del Instituto Británico de Diplomacia del Desarme manifestó que, sin embargo, los activistas anti-nucleares creen que el tratado crea una norma internacional que eventualmente presionará a los países con armas nucleares para que cumplan, aunque nunca firmen el acuerdo.
Aunque el Premio Nobel de la Paz suele estar asociado con líderes individuales, el Comité Nobel noruego ha celebrado varias organizaciones en los últimos años. Entre ellas constan: la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas en 2013 y la Unión Europea en 2012. La Campaña Internacional para Prohibir las Minas Terrestres y su coordinador fundador, la activista estadounidense Jody Williams, también recibieron conjuntamente el Premio Nobel de la Paz en 1997. (I)
---------------------------
Los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki aplauden distinción
Supervivientes de los bombardeos atómicos de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, al final de la Segunda Guerra Mundial, manifestaron ayer su alegría, por la atribución del Premio Nobel de la Paz a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).
“Estoy feliz de que la ICAN, que como nosotros actúa para terminar con las armas nucleares, haya ganado el Premio Nobel de la Paz”, declaró, citado por la cadena de televisión NHK, Sunao Tsuboi, que resultó gravemente quemado en la explosión de la bomba lanzada contra Hiroshima, tras la cual padeció un cáncer.
“Juntos, con la ICAN y muchos otros, los ‘hibakusha’ -término japonés para las víctimas del bombardeo atómico-, seguiremos luchando mientras vivamos por un mundo libre de armas nucleares”, declaró Tsuboi, de 92 años, uno de los pocos supervivientes del ataque contra Hiroshima.
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima que mató a 140.000 personas. Tres días después, lanzó otra sobre Nagasaki, dejando 74.000 muertos, luego Japón capituló.
De acuerdo con la agencia de noticias AFP, numerosos supervivientes de ambos bombardeos defienden desde hace décadas, incluso ante Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, que se prohíban las armas nucleares. (I)