El Papa no juzga a homosexuales, pero rechaza lobby gay
Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco concedió una rueda de prensa sin condicionamientos en el avión que lo llevó de regreso a Roma, tras permanecer una semana en Río de Janeiro, en la que abordó las cuestiones espinosas que afectan a la Iglesia. Desde el supuesto “lobby gay” en el Vaticano, la situación del banco de la Santa Sede y hasta las pujas internas en la Curia Romana.
“En un lobby no todos son buenos, pero si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla. El Catecismo de la Iglesia católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”, afirmó el Pontífice.
Francisco aseguró que el problema no es tener esa tendencia. “Debemos ser más hermanos, el problema es hacer el lobby, de esa tendencia, o de políticos, masones. Ese es el problema más grande”, explicó.
En cuanto al presunto “lobby gay”, el Pontífice argentino dijo que “aún no me he encontrado con ninguno que me dé el carné de identidad en el Vaticano donde lo diga”, si bien señaló: “Dicen que lo hay”. Puntualizó al respecto que “cuando uno se encuentra con una persona así debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby porque ningún lobby es bueno”.
“El problema no es tener esta tendencia. El problema es hacer un lobby de esa tendencia”Interrogado sobre el caso de monseñor Battista Ricca, nombrado por el papa Francisco como su asistente personal en el banco del Vaticano y después destituido tras conocerse que mantuvo un romance con el capitán del Ejército suizo Patrick Haari, el Papa admitió que antes no tenía informaciones sobre ese controvertido pasado. “Encargué una breve investigación sobre él y no encontramos nada en contra”, mencionó.
El Papa también se refirió a la reforma de la Curia Romana y aseguró que no ha notado “resistencia” dentro del Vaticano a la reforma, pero que lo esencial es “la transparencia y la honradez”.
El Pontífice se refirió a la reforma del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco del Vaticano, envuelto desde hace años en escándalos de supuesto blanqueo de dinero, y a la comisión que ha creado para que estudie qué hacer con el “banco de Dios”.
“Yo no sé cómo acabará el IOR. Algunos dicen que tal vez sea mejor (convertirlo) en un banco, otros que un fondo de ayudas y otros que hay que cerrarlo. Yo no lo sé, me fío del trabajo de las personas que están trabajando en esto”, mencionó.
El Papa habló también de la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, que no será el 8 de diciembre próximo, como se pensó en un principio, debido a que el frío dificulta el viaje de fieles polacos a Roma. Agregó que las fechas que se barajan son el 24 de noviembre próximo, festividad de Cristo Rey, o el 27 de abril de 2014, festividad de la Divina Misericordia.
Finalmente, Francisco dijo que por ahora, y por un buen tiempo que no precisó, no piensa ir a la Argentina porque estuvo en Latinoamérica y debe pensar en dirigirse a otras regiones del mundo. En particular, mencionó Asia y un posible viaje a Jerusalén.