El papa Francisco pide respeto para minorías étnicas
En medio de su visita a Myanmar (antigua Birmania), el papa Francisco optó por evitarse problemas, incomodar a sus anfitriones y herir sensibilidades. De tal forma, que ayer solo pidió “respeto a los grupos étnicos y a su identidad”, pero no citó a los rohinyás, ni se refirió a las acusaciones de “limpieza étnica” contra esta minoría musulmana, como le pidieron.
Previo a su llegada, grupos de derechos humanos solicitaron al Pontífice que utilizara el término para respaldar a esta minoría musulmana. Pero el arzobispo de Rangún, Charles Bo, temiendo una reacción de los budistas extremistas, recomendó a Francisco que evitara la mención “rohinyás” y hablara más bien de “musulmanes del Estado de Rakáin”.
Desde finales de agosto, más de 620.000 musulmanes rohinyás se refugiaron en Bangladés, huyendo de las violencias perpetradas por soldados birmanos y milicias budistas, según acusan.
Naciones Unidas estimó que se trata de un “caso clásico de limpieza étnica”.
En su segundo día de visita al país asiático, el Pontífice afirmó ayer que el futuro de Birmania pasa por “la paz”, basada esencialmente en el “respeto por cada grupo étnico y su identidad”.
Francisco exhortó a un “compromiso por la justicia” y un “respeto de los derechos humanos” en un discurso ante las autoridades civiles en la capital birmana.
Por su lado, la presidenta Aung San Suu Kyi -criticada hasta ahora por su gestión de la crisis de los rohinyás- se comprometió ante el Papa que protegerá los derechos y promoverá la tolerancia “para todos”.
“Nuestro gobierno tiene como objetivo realzar la belleza de nuestra diversidad y reforzarla, al alentar la tolerancia y garantizar la seguridad para todos”, afirmó.
La Iglesia birmana defiende a la Nobel de la Paz ante las múltiples críticas por su falta de empatía hacia esta minoría, que vive mayoritariamente en el oeste del país. En cambio, la ciudad inglesa de Oxford, donde vivió Aung San Suu Kyi, le retiró el lunes el premio de la libertad que le otorgó por su “inacción” en esta crisis.
Los apátridas
Los rohinyás son una minoría musulmana que -y esto es clave- no está reconocida como una de las 135 minorías étnicas que conforman este país, diverso como pocos, un verdadero mosaico. Basta ver los coloristas tocados que distinguen a los representantes de unas y otras etnias que conforman esta antigua colonia británica (los bamar, los karen, los shan, los kachin...) en las sesiones de apertura del Parlamento.
Y como la ley no los reconoce, para las autoridades birmanas los rohinyás no existen. Perdieron la ciudadanía por ley en 1982. Hoy son apátridas, la mayor comunidad de apátridas del mundo. El Estado les prohíbe casarse o viajar sin permiso de las autoridades y no tienen derecho a poseer tierra, ni propiedades.
Los católicos, unos 700.000, representan más del 1% de la población de 53 millones de Myanmar y muchos esperan presenciar la misa que el Pontífice celebrará hoy en Yangón, capital del país. Tras cuatro días en Birmania, Francisco llegará mañana a Bangladés, donde el 90% es musulmán, y se convertirá en el primer papa que visita el país en 31 años. (I)
Refugiados
Una isla para rohinyás
→Bangladés aprobó ayer el uso de la isla deshabitada de Bhashan Char, en el golfo de Bengala para instalar a los refugiados rohinyás, a partir de mayo, un proyecto que ha suscitado críticas de los defensores de los derechos humanos.
→53 millones de habitantes tiene Myanmar , de los cuales unos 700.000, el 1% es de católicos.
Condiciones hostiles
→Los opositores al proyecto denuncian las condiciones naturales hostiles de la isla, ya que es proclive a inundaciones.