“El Papa es argentino, pero Dios es brasileño”: Rousseff
El papa Francisco recibió ayer a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para dialogar sobre la Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en Río de Janeiro, del 23 al 28 de julio, y que será presidida por el pontífice.
La oficina de prensa del Vaticano informó que la audiencia con Rousseff fue en la biblioteca privada del palacio apostólico. Se trata del segundo encuentro con un mandatario latinoamericano, ya que Francisco recibió el lunes pasado a la presidenta Cristina Kirchner.
Al salir del encuentro, que duró media hora, Rousseff destacó ante los medios de comunicación el carisma del nuevo Papa, pero sobre todo “su gran compromiso con los pobres”. Y ante la pregunta de un periodista bromeó diciendo: “Ustedes tienen un gran Papa, Argentina merece felicitaciones, pero nosotros siempre decimos que si el Papa es argentino, Dios es brasileño”.
Previo al cónclave, la prensa italiana señalaba al cardenal brasileño Odilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo, como uno de los favoritos para ocupar la silla de Pedro, pero finalmente fue elegido el cardenal argentino Jorge Bergoglio.
Francisco también recibió a representantes de otras iglesias cristianas: en primer lugar, el patriarca Ecuménico de Constantinopla, su santidad Bartolomeo I. También saludó al enviado del patriarcado de Moscú, el metropolita Hilarion. En la ocasión, el Pontífice se comprometió a proseguir el diálogo ecuménico en aras de la unidad del cristianismo.
En tanto, el Vaticano dio a conocer que el Papa recibirá hoy al Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, un incansable luchador por los derechos humanos y quien rechazó tajantemente que el Santo Padre haya sido “cómplice” de la última dictadura cívico-militar.
Al respecto, Francisco Jalics, uno de los dos jesuitas secuestrados durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), aseguró ayer que el cardenal Bergoglio no lo denunció ante la junta militar.
“Estos son los hechos: Orlando Yorio y yo no fuimos denunciados por el padre Jorge Bergoglio”, afirmó Jalics en un comunicado publicado en la página web de los jesuitas en Alemania, informó la agencia DPA.
Poco después de la elección de Bergoglio como papa surgieron informaciones que apuntaban a que él no ayudó lo suficiente a Jalics y Yorio, que formaban parte de su congregación y que fueron secuestrados y torturados en 1976.
Según Jalics, que vive en una casa espiritual en Alta Franconia, en Baviera, es falso suponer que su secuestro y el de Yorio se produjeron por iniciativa de Bergoglio. “Antes me inclinaba por la idea de que habíamos sido víctimas de una denuncia. Pero a fines del 90, después de varias conversaciones, me quedó claro que esa suposición era infundada”, dijo el jesuita. AFP/EFE