El papa Francisco denunció el sábado la cultura de la "destrucción" del hombre moderno que lo lleva a "devastar la vida, la cultura, los valores, la esperanza".

"Somos capaces de devastar la Tierra mejor que los ángeles. Y es lo que estamos haciendo (...) devastar la vida, las culturas, los valores, la esperanza", declaró durante su homilía de Todos los Santos.

El papa argentino celebró la misa en Verano, el mayor cementerio romano, tal como lo había hecho el año pasado, pronunciando una homilía improvisada.

El pontífice invocó la ayuda de Dios "para detener esta loca carrera de la destrucción".

"El hombre (...) se cree que es Dios, que es un Rey. Pero es una industria de destrucción. Es incluso un sistema de vida que lleva a que las cosas no se puedan ajustar (...) y se las excluye: se excluye a los niños, las personas de edad, los jóvenes sin trabajo (...) los pueblos", agregó.

Hablando del invierno boreal que se acerca, refiriéndose a quienes viven en zonas en las que hay guerra, el papa declaró: "Ahora empieza el frío: esos pobres que tienen que huir de sus casas, sus pueblos, en el desierto, para salvar sus vidas y viven en tiendas de campaña, tienen frío y hambre y carecen de medicamentos".

"Es como si esas personas, esos niños enfermos y hambrientos no contaran, fueran de otra raza, no fueran humanos", afirmó Francisco, pidiendo a los fieles en este día de Todos los Santos que "piensen en esos santos ignorados".