El nivel de alerta nuclear sube a 5
Japón elevó la gravedad del accidente en la central nuclear de Fukushima al nivel 5, mientras que camiones cisterna reanudaron ayer el lanzamiento de agua en el edificio que alberga el reactor número 3, cuando se cumple una semana del terremoto y tsunami que causó la crisis nuclear.
Los 180 expertos en turnos de 50, calificados como “Héroes de Fukushima”, son los encargados de combatir este problema. Ellos vertieron 64 toneladas de agua desde camiones cisterna y helicópteros militares y, a su vez, tratan de reactivar la energía eléctrica con cables externos para ayudar al sistema de refrigeración. Se prevía que en esta operación se lanzaran sobre el reactor 50 toneladas de agua, según la televisión pública NHK, que mostró cómo de la unidad 3 salían columnas de humo blanco.
El reactor número 3 tiene problemas con la piscina de almacenamiento de combustible, ante el descenso del agua que lo cubre para impedir su sobrecalentamiento.
Ante esta grave crisis nuclear y humanitaria, la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa subió la gravedad del accidente del nivel 4 al 5 en la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES) de entre 0 y 7, pese a que la Autoridad Francesa de Seguridad Nuclear la ubicó en la escala 6, una menos que la de Chernóbil (1986, Ucrania). El aumento del accidente al nivel 5 indica un accidente con amplias consecuencias.
La cantidad de víctimas de la catástrofe natural, la mayor tragedia registrada en Japón en los últimos 140 años, también aumentó a 17.230 -6.911 muertos y 10.319 desaparecidos-, que supera ya en número de víctimas al sismo de Kobe de 1995, que provocó alrededor de 6.400 muertes.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, confirmó ayer que en Fukushima persisten “enormes dificultades”. “Estamos en una situación de crisis que pone a prueba a nuestro pueblo. Japón se reconstruyó milagrosamente después de la guerra. Con la fuerza de todos reconstruiremos nuevamente al país”, dijo Kan en un discurso transmitido por la televisión.
El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, manifestó, por su parte, que es muy importante que la comunidad internacional, incluyendo a la AIEA, participe en forma conjunta. “El enfriamiento (de los reactores) es extremadamente importante, creo que se trata de una carrera contra reloj”, enfatizó.
Mientras tanto, unas 500.000 personas que perdieron sus hogares cuando el maremoto devastó la costa del noreste de Japón sobreviven bajo condiciones durísimas, luchando por encontrar calor en temperaturas glaciales y con escasos suministros de alimentos y combustible. Sin embargo, esto no fue impedimento para que, una semana después del terremoto de magnitud 9 en la escala Richter, envueltos en mantas para luchar contra el frío, cumplieran un minuto de silencio por los fallecidos.