La enfermedad del gusano de Guinea o dracunculosis podría desaparecer del mundo, sin la necesidad de que se apliquen vacunas o fármacos. De ser el caso, sería la segunda condición clínica en erradicarse del planeta, después de la viruela.

En el año pasado, solo se reportaron trece casos en todo el mundo, lo que representa un mínimo histórico, según los datos de Centro Center, con sede en Estados Unidos.

“Esta enfermedad tropical, dolorosa e incapacitante, aún es endémica en el Chad, donde ocurrieron seis de los casos humanos del año pasado; Sudán del Sur, que registró cinco; Etiopía, que vio uno; y Angola, Malí y Sudán, que no registraron casos”, publica el portal de noticias RT.

La lucha contra esta enfermedad ha tomado más de cuatro d´+ecadas de trabajos globales para erradicarla del mundo. La acción más grande comprendió mejorar la calidad del agua potable en los puntos críticos de transmisión.

"Nuestros socios, especialmente los de las aldeas afectadas, trabajan con nosotros a diario para librar al mundo de este flagelo. Nos alienta que la erradicación se pueda lograr pronto", dijo el expresidente estadounidense Jimmy Carter, quien cofundó el Centro Carter en 1982 junto a su esposa Rosalynn Carter.

Sin embargo, los expertos resaltan el hecho de que la transmisibilidad de esta enfermedad y sus características no son iguales a las del covid-19, por ejemplo, cuadro clínico que sí merece una vacunación masiva para su control.

Las personas infectadas, manifiestan síntomas de la enfermedad un año después de que las larvas del gusano de Guinea entren a su organismo, generalmente luego de beber agua contaminada con crustáceos que se alimentan de dichas larvas.

Según el portal RT, “El paciente experimenta un dolor intenso debido a la formación de ampollas en su piel, a menudo en las piernas o los pies, seguido de la lenta aparición de uno o más gusanos hembra preñados, que miden hasta un metro”.