Las manifestaciones se planearon desde diciembre de 2015
El juez Moro, héroe de la oposición en Brasil
Unas 100.000 personas salieron a las calles en Brasilia, según reportaron los principales periódicos, mientras que en Río de Janeiro, la playa de Copacabana aparecía con carteles de “Fuera Dilma” y reclamos contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Por la tarde, Sao Paulo, con la presencia de líderes de la oposición, fue el foco de la protesta, que para el Partido de los Trabajadores es parte de una “maniobra golpista”.
La capital económica e industrial de Brasil ha sido el corazón de las marchas contra el gobierno iniciadas en 2015. La gran figura de todas las protestas fue el juez Sergio Moro, el magistrado que se ha convertido en bastión de la oposición. Los manifestantes silbaron y abuchearon a dos políticos que convocarno a la marcha, el gobrenador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, y el senador Aecio Neves, ambos presidenciables del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
“El PT va a tener que relanzar el gobierno y dar respuestas a la crisis económica”, dijo el líder del bloque del gobierno en la Cámara de Diputados, José Guimaraes. “Queremos darle todo el poder del país al juez Moro y a la Policía Federal”, dijo Marcelo Reis, uno de los principales organizadores. Moro es el juez Moro que el 4 de marzo obligó a declarar por la fuerza al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por supuestos vínculos con empresas involucradas en los sobornos a Petrobras.
La dudosa vecindad entre el Poder Judicial y los medios de comunicación tuvo su climax cuando Cristiana Lobo, columnista poolítica de la TV Globo, recibió un correo electrónico del propio juez Moro para alentar las protestas en el país.
En el mail a la TV Globo, Moro dio un mensaje político: “Es importante que las autoridades electas y los partidos escuchen la voz de las calles y se comprometan con el combate a la corrupción en las instituciones, cortando sin excepción, en la propia carne. No hay futuro con la corrupción sistemática que destruye nuestra democracia, bienestar económico y nuestra dignidad como país”. La manifestación que estaba prevista desde diciembre ocurre 4 días después de que 3 fiscales de Sao Paulo pidieran -aún sin éxito- la detención del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por supuesta ocultación de patrimonio.
Las protestas contra la presidenta Dilma Rousseff iniciaron a las 10:00 y se disolvieron al mediodía, fueron convocadas por redes sociales y contaron con el apoyo de partidos opositores.
La jefa de Estado, por su parte, expresó previo a los eventos de movilización: “Creo que todas la personas tienen derecho a salir a la calle, ahora nadie tiene derecho a crear la violencia. Yo viví en un momento en el que si manifestabas ibas preso, si discrepabas ibas preso. Ahora no. Vivimos en un momento en el que las personas pueden manifestarse y puede expresar lo que piensan y eso es algo que tenemos que preservar”.
La presidenta de Brasil enfrentó durante 2015 al poder de los medios de comunicación, los partidos de derecha, un presunto escándalo de corrupción y los intentos de juicio político que intentan destituirla. Pese a la campaña mediática, la mandataria expresó que no cree en un Brasil fascista, sino en un país donde vivan todos. Rousseff estuvo en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, a unos 3 kilómetros donde se realizaron las manifestaciones.
El gobierno brasileño actual se encuentra amenazado porque el vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), evitó defender a la mandataria durante la convención de su fuerza.
La convención del PMDB -cuyos jefes están en la mira del Supremo Tribunal Federal por supuesta corrupción en el caso Petrobras- determinó que ningún afiliado debe sumarse al gobierno, algo que rechazó parte del partido que sigue fiel a la presidenta. Las tensiones políticas pusieron a Rousseff frente a un potencial juicio político que podría terminar anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018.
El pedido de juicio político fue de un parlamentario del PMDB acusado de cobrar sobornos de 5 millones de dólares en cuentas de Suiza, Eduardo Cunha, jefe de Diputados, que se convirtió por algunos meses en titular de la oposición a la par de Aecio Neves.
En la periferia de Río de Janeiro, en Brasil, se realizaron diversas actividades culturales por la tarde de ayer, en repudio a las movilizaciones de la oposición, ocurridas en horas de la mañana. Los movimientos sociales organizadores del evento se declararon defensores de la democracia y expresaron que tales actividades se realizan frente a la embestida golpista, que tiene lugar en la nación suramericana, por parte de los medios, de las corporaciones y los sectores de la derecha brasileña, según informó la cadena Telesur. (I)
El comunicado se hizo público
14 exmandatarios firman carta de apoyo a Lula
Los expresidentes argentinos Cristina Fernández y Eduardo Duhalde, junto a otros líderes latinoamericanos, expresaron su apoyo a Luis Inácio Lula Da Silva. Dicen que el exmandatario enfrenta hoy una campaña de desacreditación por parte de la justicia brasileña y de los partidos opositores.
El respaldo está manifiesto en una declaración conjunta en la cual los firmantes denuncian que el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) es víctima del “intento de algunos sectores de destruir la imagen de este gran brasileño”. Entre los 14 expresidentes que firmaron el comunicado están José Mujica (Uruguay), Felipe González (España), Fernando Lugo (Paraguay), Ernesto Samper (Colombia), Carlos Mesa (Bolivia) y Ricardo Lagos (Chile).
El texto sostiene que “Lula no se considera ni está por encima de la ley. Pero tampoco puede ser objeto de ataques injustificados en contra de su integridad personal”. La exdignataria argentina difundió a través de sus cuentas en las redes sociales el documento de apoyo a Lula, el cual ilustra con fotos de ella y el exmandatario brasileño. “Preocupa a la opinión democrática el intento de algunos sectores para destruir la imagen de este gran brasileño”, recalca el comunicado.
Califican a Lula de “líder sindical, activista social, creador y líder del Partido de los Trabajadores. Presidente electo de la República en 2002” al mismo tiempo que le atribuyen que “puso en marcha un ambicioso programa de cambio social en Brasil, que sacó de la pobreza y la miseria a millones de hombres y mujeres”.
Su política económica ha permitido la creación de millones de puestos de trabajo y un aumento extraordinario en los ingresos de los trabajadores”, remarcaron. En ese sentido, continúa el texto: “Su gobierno profundizó la democracia, estimulando la diversidad cultural y política del país, la transparencia de la vida estatal y pública”.
El documento fue redactado a favor del expresidente brasileño Da Silva, luego de las acusaciones en su contra por el caso Petrobras, que llevaron a su detención coercitiva el pasado 4 de marzo. (I)