El grupo EI avanza en Siria a expensas del régimen y de los rebeldes
El grupo Estado Islámico (EI) ganó terreno en el centro de Siria y avanza, a expensas de las fuerzas progubernamentales y de los rebeldes, en un país cada vez más fragmentado.
Tras varios éxitos en la provincia de Homs, en el centro, y en la de Alepo en el norte, el EI controla la mitad del territorio, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El geógrafo y analista Fabrice Balanche asegura que, entre Irak y Siria, los yihadistas ya controlan cerca de 300.000 kilómetros cuadrados, un área del tamaño de Italia.
En la provincia de Alepo, en la frontera con Turquía, el EI ha expandido su control a expensas de otros grupos rebeldes rivales.
El grupo extremista capturó el pueblo de Suran el domingo, por lo que se encuentra a 10 kilómetros de la frontera, indicó el Observatorio.
Tres días de intensos combates se saldaron con 30 miembros del EI y 45 rebeldes muertos, precisó la ONG con sede en Gran Bretaña.
El lunes, el grupo avanzaba hacia la ciudad de Marea, situado en una ruta clave para el aprovisionamiento de los rebeldes desde Turquía.
El EI ya apuntó hacia esta localidad en abril, haciendo detonar dos coches bomba y matando a 15 rebeldes, pero no logró tomar la ciudad.
En el centro de Siria, el grupo extremista suní logró avanzar hacia el oeste y el sur a partir de la antigua ciudad de Palmira, tomada por los yihadistas hace diez días.
Así, se hicieron con el control de la localidad de Basire, situada en un importante cruce de carreteras, que conduce a Damasco hacia el sur y Homs.
La captura de esta histórica ciudad siria se producía poco después de que los yihadistas se hicieran con Ramadi, la capital de la provincia de Al Anbar, en Irak.
"La ruta de Palmira (en Siria) a la provincia de Al Anbar en Irak ya está abierta (para el EI), sin ningún obstáculo", subrayó Mohamed Hasan Al Homsi, un activista local.
En el noreste de Siria, el EI logró avanzar dos kilómetros en la capital provincial de Hasaké, indicó el Observatorio.
El lunes, "un combatiente del EI se inmoló en un control progubernamental cerca de Hasaké, matando al menos a nueve milicianos leales a Damasco", añadió.
Una guerra sin ganadores
Las fuerzas gubernamentales sirias cada vez están menos dispuestas a luchar contra el EI en áreas que no consideran vitales.
"El territorio vital a proteger para el régimen es Damasco, Homs, Hama y la costa. Idleb ya no está (en sus cálculos)", afirmó a la AFP una fuente de seguridad siria.
La escasez de personal militar por las bajas en combate, sumada a la dificultad para nuevos reclutamientos hacen que Damasco y las milicias afines elijan sus batallas y rehuyan pelear por localidades de mayoría sunita o por aquellas en las que la población local no combate también al EI, explicó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El analista Aron Lund considera que el EI, los rebeldes y el gobierno sirio están inmersos en una guerra con múltiples frentes abiertos en la que no habrá ganadores.
"Se conquistarán y perderán ciudades (...), se ganarán y perderán batallas, pero no puedes ganar una guerra como la de Siria. De la misma forma que no puedes ganar contra una plaga o un terremoto", aseguró.
Para el experto el "seudo califato" fundado por el grupo a caballo entre Irak y Siria sólo ha sido un éxito gracias al "fracaso de sus adversarios".
"Una guerra como la de Siria es inganable", estimó. (I)