El G20 abre cumbre centrado en la crisis
Los líderes del grupo de países desarrollados y emergentes del G20 abrieron ayer en México una cumbre en la que intentarán unir fuerzas ante el euro y la desaceleración del crecimiento de la economía mundial.
Los países emergentes como China o Brasil están resentidos por el impacto de la crisis europea. Sin embargo, los líderes europeos arrancaron la jornada mostrando una actitud defensiva. "Francamente, no venimos a recibir lecciones de democracia o sobre cómo manejar la economía", advirtió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
"Esta crisis se originó en América del Norte y buena parte de nuestro sector financiero se vio contaminado por, ¿cómo decirlo?, prácticas poco ortodoxas de algunos sectores del mercado financiero", enfatizó Barroso.
La crisis financiera de 2008, que llegó a provocar una recesión mundial, estalló con una burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Pero ahora ya son 4 los países europeos que han necesitado ayuda hasta el momento a causa de sus propios problemas o excesos: Irlanda, Grecia, Portugal y España.
La gran complejidad de la crisis del euro, en la que ningún protagonista quiere perder excesiva soberanía, se añade a ese entorno de nerviosismo.
Los países emergentes del grupo BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- deben concretar su acuerdo previo sobre una contribución para el aumento de capital del Fondo Monetario Internacional.