El espectro de la frontera ‘dura’ en Irlanda se reaviva
Bruselas propone que Irlanda del Norte e Irlanda sigan en la unión aduanera de la Unión Europea (UE), incluso cuando el resto del Reino Unido la abandone. Así lo plantea el borrador del tratado del ‘brexit’ elaborado por la Comisión Europea (CE).
De acuerdo con este texto, Irlanda del Norte e Irlanda quedarían dentro de la unión aduanera, respetando la regulación comunitaria y bajo el control del Tribunal de Justicia de la UE.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, precisó que esta posibilidad es impensable, ya que “amenaza la integridad constitucional del Reino Unido”. Sin embargo, su homólogo irlandés, Leo Varadkar, celebró el texto.
Para el democristiano irlandés, el borrador divulgado por el negociador comunitario, Michel Barnier, ofrece reconocimiento legal a los acuerdos alcanzados entre las dos partes en diciembre.
Por su parte, Barnier, explicó durante una rueda de prensa que mantener a Belfast y Dublín en el mercado interior y la unión aduanera protege “ahora o en el futuro” la cooperación entre el norte y el sur. En realidad la propuesta “no es una sorpresa”,
De acuerdo con el diario El Confidencial, Dublín también quiere evitar a toda costa que el Brexit corte el cordón umbilical asegurado por el Acuerdo de Viernes Santo que puso fin en 1998 al sangriento conflicto de Irlanda del Norte.
El problema es que si Irlanda del Norte se mantiene en la Unión Aduanera y el resto de Reino Unido no, tal y como defiende el Gobierno de Theresa May, será necesario que se pongan controles fronterizos en el Mar de Irlanda, a lo que Londres siempre se opuso.
Barnier solo se lavó las manos: “Nosotros no hablamos de frontera”, enfatizó.
El borrador del Acuerdo de Retirada, que cuenta con 119 páginas y traduce a términos legales los pocos acuerdos políticos que se han sellado hasta ahora, aborda también el periodo de transición que concedería a Reino Unido para evitar un Brexit brusco el 29 de marzo de 2019.
Es así como los europeos dejan ahora en manos de los británicos encontrar una ‘solución regulatoria’ que evite esa frontera en el Mar de Irlanda, pero a la vez permita a Irlanda del Norte permanecer en la Unión Aduanera.
Lo que Bruselas pide a los británicos es que presenten de una vez una propuesta y, por si acaso esta no funcionara, idear un ‘plan B’, que se inclina hacia el control fronterizo.
“No hay precedentes”, explicó a la AFP Magdalena Frennhoff Larsen, profesora de la Universidad londinense de Westminster, refiriéndose a la posibilidad de que una parte de un país esté en el mercado único europeo y la otra no.
La reunión con Tusk
Tras reavivar el debate fronterizo por la propuesta de la unión aduanera con las Irlandas, ayer el presidente del Consejo, Donald Tusk, se reunió con May. Sin embargo, el pronunciamiento oficial sobre las negociaciones quedó previsto para hoy.
Según un portavoz del Gobierno, May calificó su charla con Tusk de “positiva y constructiva”. No obstante, horas antes el líder del bloque, quien participó en una conferencia organizada por la patronal europea BusinessEurope, defendió el borrador.
“La UE quiere evitar este escenario y, si no hay otra solución, proponemos un área reguladora común entre la UE y el Reino Unido sobre Irlanda del Norte. Hasta ahora, a nadie se le ha ocurrido una idea más inteligente que esa”, dijo el presidente de la CE.
Tusk aseguró que escucharía las propuestas del gobierno de May. (I)
El Brexit
Acuerdo de Viernes Santo
El Acuerdo de Viernes Santo, también llamado Acuerdo de Belfast, fue firmado en Belfast, Irlanda del Norte, por los gobiernos británico e irlandés y aceptado por la mayoría de los partidos políticos norirlandeses, para concluir un conflicto.
95 por ciento de las mercaderías podrían pasar sin control, en caso de crearse la frontera, aseguró Jhonson.
La fecha límite
La UE insiste en que el Brexit concluya el 31 de diciembre de 2020, cuando termine el ciclo presupuestario europeo, mientras que Londres pidió ‘dos años’ y se resiste a poner una fecha límite. (I)