El ejército sirio y los rebeldes libran duros combates junto a frontera turca
Los combates entre el ejército sirio y los rebeldes causaron hoy medio centenar de muertos de ambos bandos en las provincias limítrofes con Turquía, donde en las últimas horas impactaron dos obuses lanzados desde territorio sirio.
En una situación de alerta se mantuvieron hoy las provincias sirias de Idleb, Latakia y Alepo (norte), fronterizas con la región turca de Hatay, blanco de los citados disparos.
La mayoría de las víctimas en los enfrentamientos se registraron durante doce horas en Idleb, donde al menos 40 soldados, entre ellos cinco oficiales, y nueve rebeldes perecieron en la zona de Yisr al Shugur, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los choques estallaron después de que los insurgentes se hicieran con el control de la aldea de Jarbet al Yus, donde enarbolaron la bandera de la revolución y capturaron varios puestos militares de los alrededores.
Desde esta zona fronteriza fue disparado el último proyectil que cayó en un terreno baldío cerca del pueblo turco de Güvecci, a lo que una unidad militar turca respondió con cuatro rondas de mortero.
El activista de Idleb Ahmed Kadur dijo a Efe vía internet que la situación en la frontera es tensa y que a la operación contra Jarbet al Yus se suman otras perpetradas por los rebeldes cerca de la frontera turca en los últimos días.
En este sentido, explicó que los combatientes rebeldes lograron controlar hoy también el puesto militar de Al Dahra, cerca de la aldea de Al Salqin, donde capturaron a 18 soldados y seis tanques.
Kadur denunció que la situación humanitaria en la zona es grave debido a la falta de material médico para tratar a los heridos en los bombardeos, que son atendidos en precarios hospitales de campaña.
Además, según él, el régimen sirio está impidiendo la entrada a Idleb de combustible, lo que ha provocado un aumento de los precios de los productos de primera necesidad, agregó el activista.
El conflicto sirio vive una escalada de la tensión tras el ataque contra Turquía del pasado miércoles, que dejó cinco muertos y llevó al Parlamento turco a autorizar al Gobierno el envío de tropas a Siria.
Otro obús impactó ayer en cerca del municipio turco de Yailadagi, en el extremo sur de la provincia de Hatay, desde donde parte la carretera a la importante ciudad portuaria siria de Latakia.
En Latakia también se registraron hoy combates entre las tropas gubernamentales sirias y los rebeldes, además de bombardeos del ejército del régimen contra los feudos de la insurgencia.
Los opositores Comités de Coordinación Local indicaron que en estos choques, que tuvieron lugar en los alrededores de la torre militar de Dimos, murieron al menos diez insurgentes.
También en Latakia, el ejército leal al presidente sirio, Bachar al Asad, bombardeó la localidad de Bacas, donde helicópteros militares lanzaron cuatro barriles con dinamita.
En cuanto a Alepo, los Comités indicaron que los barrios de Bustan al Basha y Al Midan fueron bombardeados con artillería y que desde el aeropuerto las tropas gubernamentales están atacando los distritos limítrofes, que habían sido tomados por los rebeldes.
Por su parte, la agencia oficial Sana informó de que las Fuerzas Armadas mataron a decenas de "terroristas", entre ellos cuatro de nacionalidad turca, en operaciones efectuadas en varios barrios de Alepo (norte).
Sin ofrecer más detalles de los turcos, Sana indicó que en esas campañas las tropas destruyeron cinco vehículos dotados con ametralladoras "Doshka" y siete automóviles usados por los "terroristas", como denomina a la oposición armada.
En el resto del país, los grupos opositores denunciaron la muerte de más de ochenta personas, principalmente en los bombardeos y enfrentamientos registrados en las provincias de Homs (centro), Damasco y su periferia, y Deraa (sur).
La localidad de Hula, en Homs, fue una de las más castigadas por los ataques gubernamentales, que han hecho temer una nueva masacre como la cometida en mayo pasado, cuando murieron 165 muertos, según la ONU.
El activista de Hula Abu Usama dijo a Efe a través de internet que al menos doce personas murieron y cuarenta resultaron heridas en los intensos bombardeos efectuados por las tropas del régimen apostadas en los alrededores de la población.
Y entre este repunte de la tensión, Al Asad hizo hoy una rara aparición pública al depositar una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido en el monte Qasiun de Damasco, para conmemorar el aniversario de la guerra de 1973 contra Israel.
El conflicto que vive Siria desde marzo de 2011 ha causado ya unos 25.000 muertos, mientras que 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y más de 250.000 se han refugiado en los países vecinos, de acuerdo a las cifras de Naciones Unidas.