El debate sobre el acuerdo con los 'fondos buitre' se traslada al Senado
Argentina podría convertirse en el país en desarrollo en emitir el mayor monto de deuda desde 1996, cuando México pidió $ 16.000 millones. Ahora, el gobierno de Mauricio Macri impulsa un préstamo de $ 12.000 millones para pagar los llamados ‘fondos buitre’.
El miércoles logró el primer paso. Con 165 votos a favor y 85 en contra (del kirchnerismo y partidos de izquierda), la Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto oficial. Ahora, todo quedó en manos del Senado, donde el gobierno quiere sacar ganancia de un río revuelto por la división cada vez más marcada del peronismo.
Macri obtuvo su primer triunfo importante en el Congreso. Tras pactar con los ‘holdouts’ más poderosos el pago de la deuda, con ganancias siderales para estos fondos especulativos que superan el 1.000% de su inversión inicial, el mandatario logró el apoyo legislativo de dos bancadas peronistas opuestas al kirchnerista Frente para la Victoria. Macri tuvo el respaldo del Frente Renovador, del excandidato presidencial Sergio Massa y del nuevo bloque Justicialista, que se escindió del kirchnerismo el mes pasado.
La aprobación llegó después de una maratónica sesión que empezó el martes en la tarde y concluyó ayer en la mañana. Fueron más de 20 horas de debate, en el cual los representantes de la alianza oficialista Cambiemos defendieron el proyecto. La oposición moderada anunció su respaldo a pesar de sus reservas (logró retocar un artículo que deja supeditado el acuerdo a un fallo de la justicia neoyorquina que levante las medidas cautelares contra el país austral) y el kirchnerismo y la izquierda denunciaron el plan.
Si el Senado aprueba el proyecto, Argentina cerrará la deuda con parte del 7% de los fondos buitre que no entraron en los canjes de deuda de 2005 y 2010. Pero aún queda una parte de ellos con los que el gobierno no alcanzó un acuerdo. El plan oficial implica una quita de entre el 25% y 30% sobre el monto determinado en el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa que conminó a Buenos Aires a pagar la deuda con ganancias siderales. Los bonos en default habían sido adquiridos a precios de papel.
En sí, el kirchnerismo no se opone a un acuerdo con los fondos buitre. Pero rechaza el pacto alcanzado por el gobierno. “Vayan y negocien mejor, no cedan tan fácil a la extorsión”, dijo el diputado Máximo Kirchner, hijo de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
La diputada kirchnerista Juliana di Tullio declaró que “esta es la antesala de un clima de incertidumbre, se sabe realmente que no se está frente a una solución sino a un problema muy grande para el país”.
En concreto el kirchnerismo teme que el 93% de los bonistas que adhirieron al canje de 2005 y de 2010, con quitas de hasta el 65%, litigue en tribunales internacionales para alcanzar los mismos derechos reconocidos a los fondos buitre. Si bien la cláusula de ambos canjes que abrían el camino a esos reclamos venció a fines de 2014 (por lo cual Cristina Fernández no abrió negociaciones con los fondos hasta 2015), nadie puede garantizar que los bonistas recurran a la justicia de cualquier país, como lo hicieron los fondos especulativos con el juez Griesa.
“Nadie tiene la certeza de que esto vaya a funcionar, nadie tiene la certeza de que el 93% de los bonistas no litigue. No nos han podido convencer, no tienen un papel”, resumió Di Tullio. De cumplirse esa posibilidad, las consecuencias para el país serían catastróficas. Sin embargo, el kirchnerismo no se mostró compacto: seis de sus diputados votaron a favor del acuerdo.
El proyecto, que recibió media sanción en la Cámara de Diputados porque aún falta el Senado, aprueba el endeudamiento de $ 12.000 millones y deroga las leyes cerrojo y de pago soberano. Esas normas impiden al país realizar ofertas por encima de los montos pagados a los bonistas que ingresaron en los anteriores canjes.
El acuerdo prevé la emisión de bonos por $ 12.000 millones a 5, 10 y 30 años, con una tasa de 7,5% anual. Con los fondos obtenidos, el gobierno afrontará el pago en efectivo.
Durante el extenso debate, el legislador y jefe del bloque de Cambiemos, Mario Negri, cuestionó al kirchnerismo por su estrategia de negociación con los fondos buitre cuando estaban en el gobierno. “Les guste o no les guste, la estrategia les fracasó. Ustedes no son el ‘Che’ Guevara, no son, ni fueron. A lo sumo son Isidoro Cañones (personaje de historietas que personificaba a un ‘play boy’ nacional), desaprovechando la mejor oportunidad que tuvo la Argentina, despilfarrando la plata de los argentinos”, advirtió.
Ahora, todo estará en manos del Senado. Allí el peronismo tiene mayoría absoluta. Pero los 40 senadores que hasta el 10 de diciembre respaldaron al kirchnerismo ahora están divididos. Solo una decena responde a la oposición.
El resto está dividido por territorio y alineado a cada gobernador peronista de su distrito. Y los gobernadores peronistas negociaron con el gobierno inversiones en obra pública tras el pago de la deuda a los fondos buitres con toma de nueva deuda.
La alianza derechista Cambiemos solo cuenta con 16 senadores y depende del apoyo del llamado “peronismo de los gobernadores”. Macri está cada vez más cerca de lograr su cometido. (I)
Macri cede a las exigencias del juez Thomas Griesa
Con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de Argentina se reabrieron las negociaciones con los llamados fondos buitre. El acuerdo se firmó en la ciudad de Nueva York (noreste de EE.UU.), que implica pagos de hasta $ 12.000 millones.
En enero, el gobierno de Macri pactó un principio de acuerdo con el fondo NML Capital, Aureluis y otros acreedores, para cancelar la cantidad de $ 4.653 millones, anunció el mediador judicial del caso, Daniel Pollack.
Derogar las leyes de Cerrojo y de Pago Soberano fue una condición de la justicia estadounidense para poder negociar.
El 2 de marzo, el juez Thomas Griesa estipuló que Argentina podría salir del default si renunciaba a la “Ley cerrojo” y la “Ley de Pago Soberano”. La Corte de Apelaciones de Nueva York advirtió que la única salida del default, solo se efectuará si Argentina accede al acuerdo con los fondos buitre.
Entre 2011 y 2012 los fondos buitre, conformados por diferentes acreedores extranjeros, reclamaron el pago de la deuda de $ 1.300 millones, es decir, el 100% de la misma adquirida por Argentina, además, de la cancelación de intereses, hecho que avaló el juez Griesa.
Para el exministro kirchnerista de Economía, Axel Kicillof, el encargado de la cartera en los dos últimos años del gobierno de Cristina Fernández, señaló que las condiciones tan ventajosas para los buitres y la derogación de la “ley cerrojo” podrían hacer que el 93% de los tenedores de bonos que ya aceptaron la propuesta anterior con grandes quitas, reclamen un trato igualitario, lo que llevaría al país a un colapso económico. “Es la estafa del siglo”, sentenció en un artículo de opinión.
La votación del acuerdo en el Congreso realizada ayer se da previo a la visita de Barack Obama para dar su apoyo al gobierno neoliberal de Mauricio Macri. (I)