Palestina.-

En 2006 el ejército israelí lanzó una operación militar de 5 meses en la Franja de Gaza, tras el secuestro en junio de ese mismo año del soldado Gilad Shalit. Este finalmente fue liberado en 2011 a cambio de 1.000 prisioneros palestinos.

Los escenarios se repiten. Gaza vuelve a sufrir el ataque israelí y el gobierno de Benjamin Netanyahu amenaza con recrudecer la operación para liberar a un nuevo soldado, supuestamente en manos de la milicia palestina Hamás.

Las Brigadas Ezedin al Qasam, el brazo armado de Hamás, afirmaron en la madrugada del sábado que ‘no disponen de información de este soldado’ y aseguran que uno de sus grupos de combatientes, del que perdieron el contacto, puede haber muerto al igual que el soldado israelí. Para Israel, la captura de un soldado representa una línea roja.

Todos estos hechos alejan las posibilidades de una tregua y mucho más de una negociación definitiva. Una delegación palestina tenía previsto llegar ayer a El Cairo para negociar una tregua duradera en Gaza, pero luego de la muerte de más de 100 palestinos y el probable secuestro de un soldado israelí, todo fue un fracaso.

A las negociaciones fallidas se suma la aprobación del Congreso estadounidense de una ayuda de emergencia por $ 225 millones para reforzar el escudo antimisiles de Israel, el famoso Domo de Hierro.

La decisión adoptada por la Cámara de Representantes registró 395 votos a favor y 8 en contra, y autoriza la provisión de fondos suplementarios al Pentágono para brindar la ayuda tecnológica y militar a su aliado israelí. El envío del dinero está a la espera del presidente Barack Obama.

El Domo de Hierro o ‘Iron Dome’ es un sofisticado sistema de defensa antiaérea móvil que utiliza un radar de barrido electrónico activo, un centro de control de combate y un lanzador de misiles de alta maniobrabilidad y dotados con sensores electroópticos. Tiene capacidad para derribar aviones, cohetes e incluso granadas de artillería.

Estados Unidos ya había destinado más de $ 200 millones para ayudar a Israel a pagar el sistema. Lo cierto es que desde el inicio del ataque israelí el 8 de julio, unos 1.650 palestinos han fallecido, en su mayoría civiles, dijo el portavoz de los equipos de emergencia palestinos, Ashraf Al Qudra.

En total, 63 soldados israelíes perdieron la vida y los cohetes lanzados desde Gaza mataron a 3 civiles en territorio israelí. El 90% de los cohetes son interceptados por este escudo en Tel-Aviv.

Por otra parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró ‘injustificables’ los ataques de Israel contra escuelas y hospitales.

El gobierno de EE.UU. también condenó el bombardeo a un centro de refugiados, pero a pesar de ello ayudará económicamente a Israel.