Cineasta ucraniano Oleg Sentsov, en prisión en Rusia, premio Sájarov 2018
La Eurocámara concedió este jueves 25 de octubre el premio Sájarov de los derechos humanos al cineasta ucraniano Oleg Sentsov como una "poderosa señal para los presos políticos ucranianos" en prisión en Rusia, llamando a su liberación.
"Oleg Sentsov se convirtió en un símbolo de la lucha por la liberación de los presos políticos en Rusia y en el mundo", dijo el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, al anunciar la concesión del premio a este cineasta detenido en 2014 y encarcelado actualmente en la Siberia rusa.
Moscú denunció una decisión "totalmente politizada", en palabras de la portavoz de la diplomacia Maria Zajárova, para quien "prácticamente nadie" ha visto las películas del cineasta, cuyo primer largometraje Gamer se proyectó en 2012 en el festival de Róterdam.
Sentsov sucede así a la "oposición democrática de Venezuela" en este galardón, que lleva el nombre del científico soviético disidente Andrei Sájarov y que, desde 1998, reconoce a quienes aportaron una contribución excepcional a la lucha por los derechos humanos.
Los presidentes de los grupos parlamentarios escogieron a puerta cerrada al cineasta ucraniano frente a los otros dos candidatos: el activista marroquí Nasser Zefzafi, también en prisión, y once oenegés que rescatan migrantes en el Mediterráneo.
Para el Partido Popular Europeo (PPE, derecha), que lo propuso como candidato, el premio envía "una poderosa señal para los presos políticos ucranianos". "Es una señal clara contra su detención ilegal", apuntó el eurodiputado liberal checo, Pavel Telicka.
Oleg Sentsov, nacido en Crimea hace 42 años, fue detenido en su casa en mayo de 2014 y condenado un año después a 20 años de prisión por "terrorismo" y "tráfico de Armas", tras un juicio calificado de "estalinista" por Amnistía Internacional.
Este padre de dos hijos inició una huelga de hambre a mediados de mayo para obtener la liberación de todos los "presos políticos" ucranianos detenidos en Rusia, antes de poner fin 145 días más tarde para evitar ser alimentado a la fuerza. (I)