El presidente venezolano Nicolás Maduro sorteó este domingo su primer test electoral, luego de siete meses de gobierno, al mantenerse como la fuerza política más votada y con el control de la mayoría de alcaldías.

Con el 97,52% de los votos escrutados y una participación del 58,92%, el chavismo obtuvo un resultado total de 49,24% frente a un 42,72% de la oposición que triunfó en cinco grandes ciudades como: Caracas, Maracaibo, Valencia Barinas y Barquisimeto.

En concreto, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela y sus alianzas obtuvieron 196 alcaldías; la Mesa de Unidad Democrática 53 municipios y otras organizaciones políticas, ocho alcaldías, según datos oficiales.    

Ese resultado muestra un progreso del gobierno respecto de las presidenciales de abril, cuando Maduro ganó al líder opositor Henrique Capriles por  un 1,5%.

El pueblo de Venezuela le ha dicho al mundo que la Revolución Bolivariana continúa.Teniendo en cuenta que se trata de elecciones municipales, una alta participación demuestra que en Venezuela la democracia está más viva que nunca y que continúa el enfrentamiento entre dos modelos políticos. “El pueblo de Venezuela le ha dicho al mundo que la Revolución Bolivariana (del difunto Hugo Chávez) continúa con más fuerza”, enfatizó Maduro en un mitin de festejo en la Plaza Bolívar de Caracas.

Estas elecciones municipales se han tratado de presentar como un plebiscito a la gestión de Maduro y sus resultados pretendían vislumbrar la era post-Chávez, medir la temperatura de la masa crítica del proceso y ver el comportamiento del núcleo duro de ambos bloques.

Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de elecciones municipales, donde hay factores locales que influyen en el voto. Además, los graves problemas económicos podrían deberse a fenómenos coyunturales o a una crisis del sistema que requiera cambios estructurales. Por tanto, es difícil cualquier análisis y conclusión que trate de generalizar los resultados de estas elecciones para interpretar la marcha del proceso, estimaron analistas.

La oposición, por su lado, podía regocijarse ante estos resultados con haber retenido las dos “joyas de la corona”, la supraalcaldía del distrito metropolitano de Caracas y de la petrolera Maracaibo, segunda ciudad del país, a las que se sumaron las otras tres más pobladas: Valencia, Barquisimeto y la ultrasimbólica Barinas.(PL/AFP)