El presidente Mariano Rajoy evita hablar del tema de frente a los comicios
El caso ‘Rato’ afecta al PP español
El último sondeo pronostica que el PP (Partido Popular) de España perderá varios de sus bastiones mientras la investigación empieza a calcular el valor de la fortuna que el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, podría tener escondida.
El PP ha comenzado a maniobrar para mitigar los efectos negativos del ‘Caso Rodrigo Rato’. Los primeros actos de la campaña electoral para los comicios del 24 de mayo vislumbraron que el partido del gobierno ha preparado un discurso concienzudo para echar tierra sobre su otrora admirado vicepresidente y, al mismo tiempo, calzarse el disfraz de víctima de una conspiración en su contra. “Es la única forma de salvar los muebles ante la debacle que vaticinan”, explicaba a EL TELÉGRAFO un reconocido miembro del PP del País Vasco, que prefiere mantenerse en el anonimato.
Pudo comprobarse el domingo en Murcia, donde Mariano Rajoy evitó citar hasta en 15 ocasiones el nombre de Rodrigo Rato y prefirió sustituirlo por un pronombre indefinido para marcar distancias. “Alguno ha hecho de todo pero todos somos iguales ante la ley”, afirmó antes de aceptar por primera vez que el escándalo que mantiene indignada a España puede pasarle factura al PP en las inminentes elecciones. “Fue un activo muy importante del partido”, concluyó el presidente del gobierno. Y poco más. El PP no admite preguntas sobre Rato en los actos públicos de sus candidatos, ni en las ruedas de prensa del gobierno, e intenta impedir la creación de una comisión de investigación parlamentaria al considerar el caso “un asunto privado que debe enjuiciarlo los tribunales de justicia. “Entiendo que el momento político es muy bueno para que alguno pueda aprovecharlo y crear un tema político, pero una actividad privada”, zanjó ayer la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
Poco a poco se van conociendo detalles de la presunta trama urdida por quien fuera director del FMI. Y los datos del fraude son de tan escandalosos que el juzgado de Madrid donde inicialmente fue interpuesta la denuncia decidió acelerar el traslado de la investigación a la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional, especializada en los casos penales más sangrantes. A partir de ahora, el futuro de Rodrigo Rato está en manos del juez Fernando Andreu, un experto en blanqueo de capitales y fraudes bancarios. Y no es de extrañar ya que la red de sociedades del exvicepresidente de España es realmente compleja y las cifras, mareantes.
Según la Agencia Tributaria, cuyo director comparecerá mañana en el Congreso de los Diputados, Rato podría amasar un patrimonio de 26,6 millones de euros que jamás ha declarado, el fraude fiscal cometido por las más de 40 empresas a las que está vinculado llegaría a 5,3 millones de euros y se calcula que traficó ilegalmente con 12 millones de euros en Luxemburgo y Suiza. Finalmente, se sospecha que ‘donó’ 2,6 millones de euros a sus 3 hijos para luego recuperarlos a través de una sociedad de su propiedad con sede en Gibraltar. Con esta operación pretendía ocultar el dinero ante las posibles reclamaciones por su presunta responsabilidad en las diferentes causas penales abiertas contra él. Bankia, la entidad financiera que hundió en sus 2 años de presidencia, ya ha pedido formalmente el embargo de su fortuna.
Mientras tanto, el PP cierra filas para prepararse ante un previsible revés electoral. El último sondeo publicado por la empresa Metroscopia dibuja otro panorama para el partido de Mariano Rajoy. En uno de sus bastiones tradicionales como Valencia, puede perder el poder a favor del emergente partido de centro-derecha Ciudadanos. Tampoco Madrid da síntomas de soportar semejante escándalo. La candidata conservadora a ocupar la alcaldía de la capital, Esperanza Aguirre, reconoció ayer con la voz entrecortada que “el triunfo se antoja complicado por errores propios”.
En la línea de frenar la hemorragia de votos se encuentra el decálogo difundido por la dirección del PP entre todos sus cargos políticos y que ha sido filtrado a los medios sin que ello haya merecido una mueca de indignación en sus destinatarios. Se tratan de frases que deben de repetir en público para distanciarse de los casos de corrupción que les afecta, como “rechazar la evasión de impuestos la haga quien la haga”, “no es estético que una persona que ha tenido altas responsabilidades en el Estado se acoja a una regularización fiscal”, “si se demostrase el origen ilícito del dinero”, el PP se mostrará “abochornado” y, sobre todo, que el partido“es inflexible en la lucha contra este tipo de actitudes”. La ciudadanía está tan indignada que no solo muestra su incredulidad por esta estrategia, sino que también ha decidido montar guardia frente a la vivienda de Rato para increparle cada vez que asoma la cabeza para dirigirse al juzgado. (I)