May activará hoy el artículo 50 de lisboa
El alcalde de Londres pidió a Europa no castigar a británicos
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, pidió este martes a la Unión Europea (UE) “no castigar” a Gran Bretaña tras el inicio del Brexit, y convocó a los europeos a trabajar de forma conjunta por un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Khan hizo las declaraciones en Bruselas, previo a reunirse con Guy Verhofstadt, el principal negociador del Parlamento europeo por la salida británica del bloque.
“Este es el momento de tener confianza en la UE. Y obrar con confianza. No hay necesidad, como algunos han sugerido, de que la UE castigue al Reino Unido o instigue al miedo”, declaró el alcalde londinense en su ponencia.
“Ya que una institución optimista, con confianza y orgullo no garantiza su futuro a través del miedo. Lo cierto es que Londres será siempre un socio clave de Bruselas y las naciones europeas, mucho después que se resuelva el Brexit”, agregó Khan.
De acuerdo al alcalde, Londres “no sólo es el corazón de la economía británica, sino la urbe más importante para el crecimiento en Europa”.
“Digo esto desde la amistad y todo el respeto, pero un mal acuerdo de Brexit que lastime a Londres también lastimará a la Unión Europea”, señaló.
Khan se mostró esperanzado que la UE sobreviva tras la salida de Gran Bretaña, y que Londres y la UE sigan manteniendo una buena relación.
“La UE ha sido criticada en estos últimos tiempos, con cada vez más pedidos para grandes reformas. Pero no debemos olvidar hasta qué punto ha sido una fuerza de bien en el mundo, cuánto ha logrado conseguir y cuánto transformó a Europa. La UE representa de qué forma distintas poblaciones y naciones son más fuertes juntas que separadas”, subrayó el alcalde.
Khan destacó además que los lazos históricos entre Londres y el resto de Europa “perdurarán” tras el Brexit. “Puede que el Reino Unido abandone la Unión, pero en Londres siempre nos consideraremos parte de la familia europea”, sostuvo.
Por tal motivo, el alcalde londinense pidió dejar de lado “animosidades, diferencias y enojos”, para trabajar en conjunto con el fin de hallar soluciones “que lleven al bienestar y prosperidad para todos”.
Poco después de su ponencia, Khan dialogó con Verhofstadt sobre las negociaciones del Brexit, y preguntó al funcionario europeo si el bloque comunitario castigará al Reino Unido por el “divorcio’.
“No, para nada”, le respondió Verhofstadt frente a los periodistas.
Este miércoles, la primera ministra británica Theresa May tiene previsto activar oficialmente el artículo 50 del Tratado de Lisboa, dando inicio al proceso de salida de la UE.
May enviará una carta formal de unas ocho páginas al presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, antes de hacer un anuncio especial en la Cámara de los Comunes. Una vez activado el artículo 50, Gran Bretaña tendrá dos años para negociar los acuerdos de salida del bloque, que se espera concluirán para marzo de 2019.
Esta semana, tanto el opositor Partido Laborista como el euroescéptico Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) publicaron sus respectivas listas con las condiciones que ponen para apoyar el Brexit.
Los laboristas, liderados por Jeremy Corbyn, presentaron una lista de seis preguntas o “tests”, que incluye saber si el acuerdo de salida de la UE garantizará los mismos beneficios que disfruta actualmente el Reino Unido como miembro del mercado único y de la unión aduanera, además de si asegurará una fuerte relación futura de colaboración con el bloque.
También cuestionó si logrará una gestión justa de la migración en el interés de la economía y la comunidad y si podrá defender los derechos y protecciones de los trabajadores.
Por su parte, el UKIP reclamó que el Parlamento británico “recupere su supremacía” al legislar sin impedimentos ni restricciones en sus futuras acciones en cualquier acuerdo de salida de la UE; que el país “recupere el control total de sus políticas de inmigración, asilo y controles fronterizos” y restablezca la soberanía marítima total.
Además, pidió que el Reino Unido vuelva a asumir su banca en la Organización Mundial del Comercio (OMC), recupere sus derechos soberanos para firmar acuerdos comerciales con otros países y rechace un pago final a la UE (frente a los 60.000 millones de euros que podría pedir Bruselas), ni siga contribuyendo al presupuesto comunitario tras el Brexit.
Tanto laboristas como UKIP son fuerzas minoritarias en Reino Unido, pero suman alrededor de un 40% en la intención de voto según los sondeos, y reflejan las dos posiciones enfrentadas sobre la salida de la Unión, entre las que May deberá navegar durante las difíciles negociaciones con la UE. (I)