Los bandos no logran acordar cómo será la transición de los rebeldes a la vida civil
El abandono de armas traba el proceso de paz con las FARC
Siete días después de la fecha incumplida para firmar el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), saltaron a la luz pública los verdaderos escollos.
El punto tres de la agenda ‘fin del conflicto’ y el punto seis ‘implementación, verificación y refrendación’ no han sido acordados en su totalidad, así como tampoco el mecanismo de refrendación, las zonas de concentración ni el Acto Legislativo 02.
Si bien la reunión de John Kerry, secretario de Estado de EE.UU., con la cúpula de las FARC, se entendió no solo como un espaldarazo al proceso de paz, las negociaciones se frenaron, a tal punto que la última gran noticia de avance se dio el año pasado con la firma del punto cinco referente a las víctimas.
El jefe de la delegación oficial, Humberto de la Calle, confirmó que todavía hay diferencias sobre temas de fondo. El punto clave que tiene distanciadas a las partes es el abandono de armas, que implica desacuerdos sobre la implementación de las zonas de concentración.
De acuerdo con Jorge Iván Cuervo, analista político de la Universidad Externado, se ha avanzado en la mayoría de los puntos. Sin embargo, los que quedan pendientes tienen una dinámica más compleja que el gobierno no previó cuando a modo de error estratégico le puso fecha al proceso. “Entre los puntos pendientes, es imperativo que el Gobierno logre sacar adelante el cese al fuego bilateral y concertar las zonas de ubicación para dejación de armas y desmovilización de guerrilleros; aspectos que pondrían la antesala del acuerdo final”.
El plebiscito, como mecanismo de refrendación, es otro de los temas pendientes, pues ni las FARC quieren que se utilice dicha herramienta ni en Colombia están de acuerdo en que el mandatario la use. El presidente Juan Manuel Santos tiene las facultades necesarias para firmar sin refrendar los acuerdos.
Asimismo, el Acto Legislativo 02, con el cual se busca darle al presidente ‘superpoderes’ para implementar los acuerdos, es otro de los ‘frenos’ en la paz. El Congreso aún no ha aprobado esta iniciativa.
Según Hernando Llano, analista político de la Universidad Javeriana, la falta de garantías que tienen las FARC para hacer política sin armas, es el principal tema que traba el proceso y en el cual deben trabajar las partes.
En este mismo sentido, el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, ‘Timonchenko’, precisa de un mínimo de garantías para el paso a la vida legal, pues existen “experiencias anteriores de procesos de paz y amnistías que no fueron cumplidas”. Por otra parte calificó de falacia las acusaciones por demorar la dejación de las armas. “Sería un suicidio político firmar un acuerdo y no cumplir”.
Sobre la mesa de negociaciones dijo que existen ya iniciativas sobre cómo será el proceso de transición. En algunas de ellas ya ha habido consenso en cuanto al proceso en el que se “nos debe tratar con dignidad”. Del encuentro con Kerry, valoró su disposición de contribuir con el proceso de paz, el dominio que tiene sobre el tema, su recomendación de no poner una nueva fecha y la solicitud que les hiciera de hablar con franqueza.
Consideró que el apoyo de Estados Unidos deja sin base a los sectores de la ultraderecha. Reiteró su total apuesta por la paz y reconoció el empeño del presidente Santos en ese sentido. Insistió en que su grupo cambiará su método de lucha, pero no los objetivos.
En este mismo tono el negociador de las FARC en La Habana, Carlos Losada, dijo que “la mesa de diálogos no está paralizada, pero se frenó un poco la discusión que tenemos (...) sobre el cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo”.
El dirigente, que evitó hablar de crisis en las negociaciones, dijo que las nuevas desavenencias surgieron por la supuesta intención del gobierno de imponer una “rendición incondicional” a través de un acuerdo de cese del fuego bilateral. “Lo que se quiere es (...) intimar una rendición incondicional por parte de la insurgencia y de eso no se trata”. (I)
La agenda con el ELN
Los diálogos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno colombiano establecen una agenda de seis puntos.
El primero es ‘Participación de la Sociedad en la construcción de la paz’ en el que se recogerán propuestas que hagan viable la paz.
El segundo es ‘Democracia para la Paz’ que incluye la revisión del marco jurídico para la manifestación pública.
El tercero es ‘Transformaciones para la paz’ que involucra programas para superar la pobreza, la desigualdad, la exclusión social, la corrupción, entre otros.
El cuarto punto incluye a las víctimas. Es decir su reconocimiento y el respeto a sus derechos.
El quinto punto es ‘Fin del conflicto armado’. Allí se incluye la definición de la futura situación jurídica del ELN, condiciones y garantías para el ejercicio político, la privación de la libertad de sus miembros, el combate al paramilitarismo, alto el fuego y abandono de las armas.
El sexto ítem es ‘Implementación’. Allí se incluye un plan general de ejecución de acuerdos que implicará mecanismos de control. Además se definirá una vía para refrendar el acuerdo.
En cuanto al financiamiento de los diálogos, el Gobierno colombiano cubrirá con sus gastos, mientras que los del ELN serán financiados mediante cooperación internacional.