Caracas.-

La consulta popular del domingo, en contra de la Asamblea Constituyente e impulsada por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para reformar la Carta Magna convocó a 7’186.170 electores que rechazaron la propuesta del Ejecutivo.

Los venezolanos que participaron en el plebiscito respondieron a tres preguntas: si quieren una Constituyente que reforme la constitución del país, si las Fuerzas Armadas deben defender la Carta Magna vigente y si aprueba la renovación de los poderes públicos, así como la realización de elecciones libres y la conformación de un gobierno de unión nacional. El rector universitario Benjamín Scharifker indicó que en el conteo el Sí dominaba abrumadoramente la consulta en las tres preguntas. El 98,4% de los votos emitidos fue contra de la Constituyente.

Pese a que esta convocatoria movió a gran parte de la comunidad, el plebiscito o consulta  no contó con el reconocimiento del Gobierno, que lo considera “ilegal y sedicioso”, aunque la oposición asegura que sí será vinculante, sobre todo al ver la amplia participación.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) realizó este referendo después de que Maduro llamara el 1 de mayo a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente con el objetivo de cambiar la Constitución del país, pero sin dejar que los ciudadanos aprobaran previamente esa convocatoria en un referéndum como se hizo en 1999 durante el gobierno de Hugo Chávez.

En contexto, en las elecciones parlamentarias de 2015, la oposición arrasó con 7,7 millones de votos de un total de casi 20 millones de electores, quebrando una hegemonía chavista, entonces de 17 años, en la Asamblea Nacional.

El plebiscito se efectuó tras más de 100 días de protestas en contra del Gobierno de Venezuela, que registran más de 90 víctimas mortales, centenares de heridos y más de 1.000 detenidos. Al final de la jornada una comisión de garantes detalló que 6’492.381 votaron en el país y 693.789 en el exterior.

El simulacro de la Constituyente

Los comicios organizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) tienen 14.000 centros de votación y cuentan con una organización anticipada. Sin embargo, ya que este organismo no reconoció al plebiscito, la MUD solo contó el domingo con 2.300 ‘puntos soberanos’. Pese a los escasos  centros de votación este referéndum alcanzó la misma cantidad de apoyos obtenidos por Maduro cuando fue elegido presidente en 2013.

Aunque esta convocatoria en la mayoría del país fue calificada como pacífica, el Ministerio Público confirmó la muerte de una mujer y tres heridos en una zona del oeste de Caracas. La tragedia se registró luego de que un grupo -de seguidores  aparentemente del Gobierno- lanzó tiros en un centro de votación de la consulta opositora.

Por otra parte, en el barrio del 23 de enero, tradicional bastión del chavismo, no hubo puntos de consulta de la oposición, pero en el liceo Manuel Palacio Fajardo, que cuenta con una placa en el exterior que recuerda que era allí donde votaba el presidente Hugo Chávez, cientos de personas hicieron fila para participar en el simulacro de la elección de la Asamblea Constituyente del 30 de julio.

En un pulso con la oposición, el Gobierno también movilizó masivamente a sus seguidores el domingo en un simulacro de la elección, prevista para fin de mes y que nombrará a los 545 asambleístas de la Constituyente.

“El reto de la oposición es servirse del plebiscito para masificar la protesta y fracturar al adversario, lo que podría presionar una negociación que lleve a una oportunidad pacífica de cambio”, según el analista Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, que estima en 70% el rechazo al proyecto de Maduro.

A su vez, el desafío del Gobierno es evitar una baja participación en la elección de la Constituyente, porque de lo contrario nacería sin legitimidad, según el analista.

Observadora pide avalar plebiscito

La comunidad internacional debe avalar los resultados del plebiscito opositor contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para evitar nuevas muertes, aseguró la expresidenta costarricense Laura Chinchilla, quien actuó como observadora en la consulta.

“No habrá más oportunidades y por eso insistimos de manera tan enfática para que la comunidad internacional avale esta consulta, porque si no es esta consulta, van a ser muchos muertos más”, advirtió la exmandataria.

Por su parte, el canciller venezolano, Samuel Moncada, calificó a los exmandatarios de “sicarios políticos y mercenarios”.

El grupo suscribió un documento, leído por Andrés Pastrana, en el que urge a los países miembros de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) a que “sea reconocida y respetada la voluntad democrática manifestada de manera masiva” contra la Constituyente.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, llamó además ayer a asumir que una mayoría rechaza el proyecto de Maduro, y los gobiernos de España, Alemania, Canadá y México pidieron al jefe de Estado reconsiderar su convocatoria a una Constituyente.

Pero Maduro asevera que la Constituyente es “el único camino” para solucionar la grave crisis política y económica del país. (I)

DATOS

La consulta realizada el domingo en Venezuela contra el presidente Nicolás Maduro contó con el apoyo de asociaciones civiles, de Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos (OEA), de Estados Unidos y de gobiernos de América Latina y Europa.

El proceso tuvo como observadores a los expresidentes Jorge Quiroga (Bolivia), Vicente Fox (México), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica).

Vicente Fox, quien llamó a “votar contra la dictadura”, fue declarado “persona no grata” por el Gobierno.

El papa Francisco renovó el domingo su oración por “la amada Venezuela”, en un breve mensaje dirigido a la comunidad católica de venezolanos que acudieron a la plaza de San Pedro. (I)