El 39% de popularidad tiene el gobierno de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumple hoy su primer aniversario en la Casa Blanca con una aprobación del 39%, la más baja de un gobernante en la historia, según un sondeo publicado ayer por la cadena NBC.
En estos primeros 365 días sus acciones estuvieron vinculadas especialmente a temas tan sensibles como migración, seguridad, comercio, medio ambiente y política exterior.
El magnate neoyorquino dejó sentadas las bases de su política migratoria desde el día en el que anunció su candidatura a la Presidencia, en junio de 2015, al proponer levantar un “gran muro” en la frontera con México, país desde donde mandaban, en su opinión, “drogas, crimen y a violadores”.
El temor a sus medidas era palpable fuera del país, (la llegada de inmigrantes en la frontera se redujo el 26%), pero también entre los 11 millones de indocumentados que viven en el país.
Los inmigrantes con permiso temporal como los ‘soñadores’ amparados bajo la Acción Diferida (DACA) y aquellos que pidieron el Estatus de Protección Temporal (TPS) también fueron víctimas de las políticas migratorias de la Casa Blanca.
En septiembre Trump anunció la cancelación de DACA, que amparaba a 690.000 jóvenes, aunque un tribunal federal anuló temporalmente esta medida y a finales de año decidió no renovar el TPS a 195.000 salvadoreños, 58.000 haitianos, 5.500 nicaragüenses y un millar de sudaneses. Pero además desató una tormenta de críticas cuando llamó “agujeros de mierda” a naciones de África y el Caribe.
El director ejecutivo de Alianza Américas, Óscar Chacón, estima que con estas medidas Trump favoreció una política migratoria “radicalmente restrictiva y aislacionista”.
Pero Trump sufrió un duro revés tanto desde el poder Legislativo como el Judicial a la hora de materializar sus medidas. El proyecto del muro con México no avanzó porque el Congreso no le dio los fondos requeridos, ni tampoco los recursos para su “fuerza especial de deportación” de 10.000 agentes extras en el Servicio de Inmigración (ICE) y 5.000 en la Patrulla Fronteriza.
Un grupo de migrantes protesta contra las políticas del gobierno de Donald Trump, afuera del Capitolio. Foto: AFP
Logros
La reforma tributaria fue uno de los logros de su programa de gobierno. La apuesta de la iniciativa es que las empresas se beneficien con una rebaja de impuestos del 35% al 21%, como una motivación para que el sector empresarial realice más inversiones y genere empleo.
Por otro lado, la principal plataforma de gobierno de Trump es tratar de desmontar el Obamacare, la reforma de salud de su antecesor, Barack Obama. Sin embargo, su proyecto no tuvo éxito en el Congreso; en cambio, el mandatario trata de eliminar dicha iniciativa mediante decretos que limitan la cobertura a los más pobres.
Su imagen también se vio afectada por la publicación de Fire and Fury (Fuego y furia), un incendiario libro sobre su vida en la Casa Blanca.
Michael Wolff, su autor, sostiene que muchos califican a Trump de ser “un imbécil, un idiota”.
Retrocesos
En la arena internacional su gestión es igual de polémica: dio reversa al Sí de EE.UU. en el Acuerdo de París sobre cambio climático, desertificó el pacto que se había alcanzado con Irán para poner freno a sus ambiciones nucleares. Está enfrascado en una retórica belicista con Corea del Norte y cuestiona la viabilidad de la ONU, con su retiro de la Unesco.
También generó un tsunami político con su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, algo que ningún otro presidente se había atrevido a hacer en 70 años, lo que cayó como una bomba en Oriente Próximo.
Otra de las promesas de campaña de Trump era echar abajo casi toda la apertura en las relaciones con Cuba. Y la cumplió. Se restringieron los viajes de ciudadanos estadounidenses. Las visitas solo pueden autorizarse dentro de 12 categorías. También prohibió la relación comercial con el conglomerado militar y de seguridad del régimen y varias empresas en la isla. (I)
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Melania, la enigmática primera dama de EE.UU.
Acicalada a la perfección, pero casi siempre en silencio cuando está en público, Melania Trump es un enigma; una primera dama cuyas opiniones, matrimonio y metas son un misterio para millones de estadounidenses.
Sin duda es una primera dama única: una exmodelo que posó una vez desnuda en el jet privado de su marido, la primera esposa de un presidente estadounidense nacida en el extranjero (Yugoslavia) en casi 200 años y la primera para quien el inglés no es su lengua materna.
Durante meses permaneció en Nueva York y se negó a mudarse a la Casa Blanca hasta que su hijo Barron no terminase el año escolar, algo poco visto en Washington y que costó a los contribuyentes decenas de miles de dólares por día en seguridad. Como tercera esposa de un hombre conocido por sus declaraciones libidinosas sobre mujeres y por sus dos tormentosos divorcios, Melania es perseguida por especulaciones de que ella y Trump mantienen vidas separadas.
Una encuesta de Gallup de diciembre señaló que la primera dama, pese a su bajo perfil, es vista favorablemente por el 54% de los estadounidenses. (I)