Egipto prohíbe las actividades de los Hermanos Musulmanes y decomisa sus bienes
La justicia egipcia prohibió hoy las actividades de los Hermanos Musulmanes y confiscó sus bienes, muestra de que las autoridades quieren erradicar a la influyente cofradía de la escena política tras derrocamiento por el ejército del presidente surgido de sus filas, informó la televisión de Estado.
Los Hermanos Musulmanes reaccionaron y calificaron la prohibición de sus actividades de decisión "política manchada de corrupción", y prometieron seguir "presentes en el terreno".
La cofradía islamista respondió a través de su cuenta en Twitter a la decisión de la justicia egipcia.
"La junta intenta reducir al silencio a cualquiera que se oponga a ella, el veredicto (que ordena) la disolución está políticamente motivado y forma parte de la represión en curso contra los Hermanos Musulmanes", afirmó.
"Pese a todo lo que intentan los regímenes fascistas para eliminar (a los Hermanos musulmanes) la disolución no afectará a la organización", añade el movimiento islamista.
Desde la destitución de Mursi a principios de julio, las nuevas autoridades instaladas por el ejército reprimen violentamente las manifestaciones a favor del derrocado presidente y han arrestado a los principales dirigentes de la cofradía.
La sentencia del tribunal reunido de urgencia el lunes se aplica a la cofradía --que no tiene existencia legal alguna-- así como a la Asociación de Hermanos Musulmanes, una ONG creada bajo la presidencia de Mursi y acusada de servir de fachada a la cofradía, pero también "a toda organización que emana de ellos o es financiada por ellos".
El partido de la Libertad y la Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, había ganado confortablemente las legislativas a fines de 2011. Podría caer también bajo el peso de esa sentencia.
Hace una semana, un tribunal congelaba los fondos de los principales dirigentes de la organización, la mayoría de los cuales está tras la rejas y actualmente juzgados por "incitación al asesinato" o "asesinato" de manifestantes anti Mursi.
La implacable represión contra los Hermanos Musulmanes y los partidarios de Mursi conoció su punto mayor el 14 de agosto, cuando el ejército y la policía destruyeron dos campamentos de miles de islamistas que reclamaban el regreso al poder del primer presidente elegido democráticamente en el país.
En estos actos de violencia de ese día y en las semana posterior, más de mil personas murieron, en su gran mayoría manifestantes pro Mursi. Al mismo tiempo, más de 2.000 islamistas fueron detenidos.
La creación de ese partido había sido el signo de la salida de la clandestinidad de la hermandad nacida en 1928 y desde entonce tolerada entre episodios de violenta represión.
Podría ahora regresar a completamente ala clandestinidad que constituyó su fuerza durante décadas.
La Alianza contra el golpe de Estado, la organización pro Mursi que anima la protesta contra las autoridades y llama frecuentemente a manifestar por su regreso podría estar en la mira de la justicia.
El texto del juicio difundido por la agencia oficial Mena acusa a la hermandad "de cobijarse en el islam puro para realizar actividades que contradicen el verdadero islam y viola la ley".
Este juicio puede ser apelado y una fuente judicial afirmó a la AFP que un comité gubernamental sería creado para organizar la incautación de los bienes de la cofradía, en especial sus bienes inmobiliarios, entre ellos muchas sedes en el país.
Dirigentes de los Hermanos Musulmanes, que tienen una importante base popular, afirmaron que están listos a renunciar al regreso de Mursi a su puesto, a condición de obtener la garantía de que sus miembros presos sean liberados y autorizados a continuar sus actividades.
Pero los expertos consideran que el gobierno interino no está muy dispuesto a incluir a la Hermandad en la transición que debe dotar a Egipto de una nueva Constitución y prevé elecciones generales en 2014.