EEUU insta de nuevo a Japón a reducir sus importaciones de crudo de Irán
Una delegación de EEUU llegó hoy a Tokio para renovar el llamamiento para que Japón reduzca sus importaciones de crudo iraní, en medio de la tensión con Teherán sobre el desarrollo de su programa nuclear.
El equipo estadounidense, encabezado por el asesor especial del Departamento de Estado de EEUU para la no proliferación y control de armas, Robert Einhorn, tiene previsto permanecer en Japón hasta el viernes para negociar con representantes de Exteriores, Finanzas y Comercio, informó la agencia local Kyodo.
Su visita se produce una semana después de que viajase a Tokio el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, en busca del respaldo nipón a las sanciones contra Irán.
Durante aquella visita el ministro japonés de Finanzas, Jun Azumi, indicó que Japón recortaría gradualmente sus importaciones de petróleo iraní, que constituyen un 10 por ciento del crudo que adquiere en el exterior.
Sin embargo, posteriormente el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, dijo que aún se debe tomar una decisión definitiva y mostró su preocupación por las "graves consecuencias" que pueden tener las sanciones sobre las economías "de Japón y del mundo".
Hoy, tras mantener una primera reunión con funcionarios japoneses, Einhorn subrayó que ambas partas coinciden en que "una mayor presión podría servir de incentivo para que Irán vaya a la mesa de negociación", aunque indicó que todavía se dialoga sobre el modo de aplicación de las sanciones.
Poco antes de la llegada de la delegación el ministro japonés de Exteriores, Koichiro Gemba, subrayó la importancia de trabajar de cerca con EEUU para atajar las ambiciones nucleares de Irán, pero admitió que hay diferencias de opiniones en el modo de aplicar sanciones "efectivas" contra Teherán.
Además, hizo hincapié en la necesidad de dejar la puerta abierta al diálogo con el país islámico, indicó Kyodo.
El equipo estadounidense llegó hoy a Tokio procedente de Corea del Sur, el otro gran aliado de Washington en la región y al que también ha instado a reducir sus adquisiciones de petróleo de Irán.
Tanto Corea del Sur como Japón están entre los grandes compradores de crudo de Irán, de donde procede cerca del 10 por ciento del total de sus importaciones petroleras.