La campaña electoral de Michel Temer será investigada
El artífice de la destitución de Rousseff condenado a 15 años de prisión
El expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil y ‘comandante” del juicio político que destituyó a la mandataria Dilma Rousseff, Eduardo Cunha, fue condenado este jueves a 15 años y 4 meses de prisión por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas por el juez de primera instancia, Sergio Moro, en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.
Cunha fue el brazo derecho del presidente Michel Temer para articular apoyos en el Congreso que terminaron con la destitución de Rousseff en 2016, abriendo una crisis política y económica que causa la peor recesión de la historia.
El exlegislador fue detenido luego de ser expulsado de la Cámara de Diputados el año pasado y es uno de los principales dirigentes del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), la fuerza de Temer que abandonó a Rousseff y se alió a la antigua oposición, con la cual aplica un ajuste económico de corte neoliberal.
“La historia hará justicia al coraje que tuvo la Cámara de Diputados, bajo mi conducción, de abrir el proceso de “juicio político”, que terminó con el alejamiento de la presidenta, sacando al país del caos”, afirmó Cunha cuando renunció a su cargo.
Cunha fue condenado por el juez Moro, de Curitiba, a cargo de la Operación Lava Jato, por haber recibido $ 1,5 millón por intermediar en un negocio de Petrobras en Benín, en el continente africano.
Moro está en el centro del debate nacional porque sus críticos sostienen que busca encarcelar a los acusados por largo tiempo para forzarlos a realizar una delación, como ocurrió con Marcelo Odebrecht.
El heredero del grupo Odebrecht fue sentenciado a 19 años de prisión y gracias a su confesión podrá ganar la libertad con un régimen flexible en diciembre próximo.
Lula será interrogado
El próximo 3 de mayo Moro interrogará al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, por la denuncia de la Fiscalía, fecha en la cual esperarán en Curitiba, capital del estado sureño de Paraná, que miles de personas asistan a respaldar al exmandatario, que denunció al magistrado ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por abuso de poder y persecución ideológica-partidaria.
Pero en el caso de Cunha, exjefe de Diputados es procesado en otras dos causas en la Operación Lava Jato.
Cunha, del PMDB, autorizó como presidente de la Cámara Baja en diciembre de 2015 la apertura de un juicio político contra Rousseff luego de que la entonces mandataria se negara a defenderlo en una comisión parlamentaria de las acusaciones de corrupción y de ocultar cuentas en Suiza.
Dilma Rousseff acusó a Temer y Cunha de ser los “dos jefes del golpe” en el que a su juicio consistió su destitución.
En los corredores del poder, en Brasilia, estiman que un acuerdo de delación de Cunha pondrá contra las cuerdas a miembros del gabinete de Temer, nueve de los cuales están señalados de recibir alguna ventaja y coimas de Odebrecht, en la causa que lleva adelante la Corte Suprema.
Cunha llegó a la presidencia de la Cámara tras ganarle una pulseada a un candidato apoyado por Rousseff.
Desde su podio este político dueño de más de 150 dominios de internet con la palabra ‘Jesús’ impulsó proyectos conservadores, como la reducción de la edad de responsabilidad penal a 16 años o la celebración de un ‘Día del Orgullo Heterosexual’.
En la Cámara tenía apoyos entre los legisladores de la bancada ‘BBB’ (Buey, Biblia y Bala), integrada por los lobbies del agronegocio, evangélico y de expolicías y militares que defienden el porte de armas.
Dio sus primeros pasos en política vinculado al tesorero de la campaña del presidente Fernando Collor, quien renunció en 1992 también bajo la presión de un juicio de destitución.
Investigarán campaña de Temer
Por otra parte, el mandato del presidente Temer está bajo cuestionamiento de la justicia electoral, en medio de las protestas que preparan los sindicatos contra la tercerización laboral, aprobada en el Congreso, que elimina los vínculos de las empresas con los empleados.
El Superior Tribunal Electoral (TSE) fijó para el martes el inicio formal del juicio para determinar si Temer puede ser destituido por incurrir en irregularidades en la campaña de 2014, cuando fue candidato a vicepresidente de Rousseff.
El tribunal investiga las cuentas de la campaña de la fórmula y posibles delitos cometidos como recaudación ilegal, como ya delataron exejecutivos de Odebrecht escuchados en este proceso.
Según la prensa local, el fiscal electoral, Nicolao Dino, es favorable a pedir la destitución del presidente Temer. Sin embargo, el proceso se prevé largo y puede extenderse hasta después del 31 de diciembre de 2018, cuando concluirá el mandato de Temer, que se pasó a la oposición y contribuyó a la caída de la mandataria, del Partido de los Trabajadores (PT).
El pedido de investigación fue abierto por el candidato derrotado en 2014, Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien es socio político del presidente Michel Temer. (I)
DATOS
El exdiputado brasileño Eduardo Cunha fue arrestado en octubre de 2016 de forma preventiva, tras ser acusado de supuesta implicación en la trama de corrupción en Petrobras.
Cunha recibió $ 1,5 millones en coimas a cambio de colaborar con la compañía para adquirir un campo de exploración de petróleo en Benín, África. En el terreno no fue encontrado combustible fósil, lo que generó una pérdida de $ 77,5 millones a la petrolera.
Cunha, de 58 años, fue presidente de la Cámara de Diputados entre febrero de 2015 y julio de 2016, período en el cual promovió el juicio político para destituir a Dilma Rousseff. Finalmente, sería forzado a renunciar cuando salieron a relucir las investigaciones que señalarían su culpabilidad en diversas causas de sobornos y lavado de dinero.