Trump amenaza con cerrar frontera y autoriza que militares usen fuerza
Donald Trump no se distrae de su objetivo: frenar la caravana de inmigrantes centroamericanos. El presidente amenazó este jueves 22 de noviembre con cerrar la frontera entre México y Estados Unidos durante un periodo no especificado si su gobierno determina que su vecino del sur perdió el “control” de su lado.
Trump hizo referencia a los 4.520 migrantes que acampan en la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana, después de viajar en caravana desde los países de Honduras, Guatemala y El Salvador para llegar a Estados Unidos.
El mandatario dijo que hay “una situación mala” en Tijuana. “Si vemos que es incontrolable”, entonces “cerraremos la entrada al país hasta que logremos controlar toda la frontera”. Incluso advirtió que “México no podrá vender sus carros a Estados Unidos”.
El presidente también autorizó a los militares desplegados en la frontera con México a que usen la fuerza “si fuera necesario” para proteger a las patrullas fronterizas, informó este jueves 22 de noviembre la Casa Blanca, pero el Pentágono insistió en que los soldados no llevan armas de fuego.
Hasta ahora, el Pentágono se había opuesto a esta disposición en aras del cumplimiento de la ley Posse Comitatus de 1878, que limita el poder del Gobierno de usar el Ejército dentro de las fronteras de Estados Unidos.
Para evitar conflictos legales, el documento fue firmado por el jefe de gabinete, John Kelly y se redactó cuidadosamente. Allí se habla de ampliar las facultades de los soldados con el objetivo de proteger a los agentes fronterizos.
Los 5.900 soldados desplegados a lo largo de la frontera sur de California, Arizona y Texas para apoyar a las patrullas fronterizas, podrán a partir de ahora “usar la fuerza” para controlar y frenar el paso de los migrantes.
La orden llegó después de que Trump criticara al magistrado de California, John Roberts, que bloqueó esta semana sus restricciones al asilo a los inmigrantes que lleguen de forma irregular por la frontera mexicana y lo acusara de parcialidad por ser un “juez de Obama (expresidente del país)”.
El nuevo ataque a la independencia judicial colmó la paciencia del presidente del Tribunal Supremo. En un paso atípico, John Roberts cargó contra el mandatario: “No tenemos jueces de Obama, o jueces de Trump, o jueces de Bush, o jueces de Clinton. Lo que tenemos es un grupo extraordinario de jueces dedicados que dan su mejor nivel por la igualdad de derechos de quienes están frente a ellos”.
Pero los problemas para los migrantes se agravan cada vez más. Según el diario The Washington Post, los solicitantes de asilo que provengan de Centroamérica y que no pueden establecer un “temor razonable” a la persecución en México no podrán ingresar a territorio estadounidense.
Los procedimientos legales permiten a aquellos que sienten temor de regresar a sus países permanecer en Estados Unidos mientras se tramita el pedido de asilo, así evitan una inmediata deportación. (I)