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El PMDB tiene la segunda bancada parlamentaria y nueve gobernaciones

Dilma Rousseff enfrenta a sus enemigos íntimos tras haber sido reelecta

El presidente del PMDB Michel Temer (izq.); la mandataria Dilma Rousseff (centro) y el exgobernante José Sarney. Foto: http://www2.planalto.gov.br/
El presidente del PMDB Michel Temer (izq.); la mandataria Dilma Rousseff (centro) y el exgobernante José Sarney. Foto: http://www2.planalto.gov.br/
02 de noviembre de 2014 - 00:00 - Pablo Giuliano. Corresponsal desde Sao Paulo, Brasil

Con estos amigos, prefiero a mis enemigos. Esa podría ser la definición de Dilma Rousseff en la primera semana después de su ajustada reelección por tres puntos contra el liberal Aécio Neves. Apenas dos días después de la victoria de la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) sus aliados en el Congreso, un arco centroderechista de una decena de partidos, le bajó el pulgar a uno de los principales proyectos de la izquierda.

Además, el lunes pasado, un día después de la reelección, sufrió un golpe de mercado con especulación en la Bolsa de Sao Paulo y devaluación del real, en busca de un nombre del agrado del sistema financiero para el Ministerio de Hacienda de la séptima economía mundial. La respuesta de Rousseff fue subir la tasa de interés a 11,25%, una señal para los rentistas que según la columnista de Folha de Sao Paulo, Eliane Cantanhede, “era una propuesta de Neves” en caso de victoria.

El Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), del vicepresidente Michel Temer, motorizó en la Cámara de Diputados el fin del decreto de Rousseff sobre la creación e institucionalización de los consejos populares de participación social en los grandes temas nacionales.

“Es bolivarianismo”, se quejó la revista opositora Veja. Y la mayor parte de los aliados de Dilma en el Congreso le dieron la espalda. El PMDB del vicepresidente Michel Temer y del exgobernante José Sarney (1985-1990) es el principal aliado del gobierno del PT desde la época de Lula da Silva y muestra sus dientes cada vez que quiere negociar más participación en ministerios.

El PMDB es el mayor partido del país, tiene la segunda bancada parlamentaria y 9 gobernaciones.Siempre fue oficialista, tanto con el PT como en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

El recado fue claro por parte del PMDB. “La presidenta necesitará escuchar al Congreso. Ella dijo que iba a escuchar a la sociedad, pero debe darle oídos a los parlamentarios”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Alves.

“El Congreso nos mostró lo que se le viene a la presidenta Dilma y es por eso que sin movilización callejera por los grandes temas no podremos torcer al Congreso en el nuevo gobierno. El nuevo Congreso que surgirá en 2015 será más conservador aún”, analizó a EL TELÉGRAFO el expresidente de la Central Unica de Trabajadores (CUT) y secretario de Trabajo de la alcaldía de Sao Paulo, Artur Henrique.

En la misma línea se pronunció Rui Falcao, presidente del PT: “la reforma política, la gran propuesta de la presidenta Dilma Rousseff, necesitará de apoyo de las bases, porque si depende del Congreso, nunca saldrá”.

El PMDB bloqueó el año pasado el plebiscito para enmendar la Constitución y reforma política que había propuesto Rousseff tras el clamor popular de las protestas de junio de 2013. “Actuaron eliminando los consejos populares en forma anacrónica, contra los vientos de la historia, contra la voluntad irreversible del pueblo de Brasil de participar en las decisiones nacionales”, sostuvo el secretario de la presidencia, Gilberto Carvalho.

El presidente del Senado, Renán Calheiros, del PMDB, también anticipó que la Cámara alta derribará el proyecto de participación popular.

La derrota política se produjo en medio de frenéticas negociaciones y danza de nombres para reemplazar al saliente ministro de Economía, Guido Mantega, un desarrollista que hace 8 años comanda la cartera y es resistido por los mercados.

Entre los citados está el presidente del segundo banco privado del país, Bradesco, Luiz Carlos Trabucco, resistido por el ala más izquierdista del gobierno. “No tenemos problema en que no sea del PT, pero sí que se comprometa con la línea tomada hasta ahora, de crecimiento con inclusión social”, indicó Falcao.

La principal opción del PT es uno de sus filas como ministro de Economía. Nelson Barbosa, exnúmero dos de la cartera, tiene una visión desarrollista y deberá ser un puente con los mercados.

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