Con la popularidad en las encuestas en recuperación, la presidenta Dilma Rousseff afirmó que tiene una vida "sin manchas", al fustigar como "golpe" y "atropello a la democracia" el proceso de juicio político que le abrió la oposición mediante el multiacusado de corrupción Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados.

"Juicio político en sí no es golpe, se convierte en un golpe cuando no existen fundamentos legales. No hay fundamento porque tengo una vida sin manchas. Mi pasado, mi presente, no existen acusaciones fundadas en mi contra", afirmó la mandataria al inaugurar un trecho del metro de la ciudad de Salvador, en el estado de Bahía, noreste del país.

Al lado, el alcalde de Salvador, Antonio Carlos Magalhaes Neto, del ultraconservador Demócratas y a favor del juicio político. Grupos rivales del PT y de la oposición se enfrentaron, apenas, con cánticos.

Rousseff enfrenta, según su jefe de gabinete de ministros, Jaques Wagner, un juicio político que está "invernando" debido a que según los cálculos del gobierno el proceso de destitución deberá fracasar en la Cámara de Diputados, donde se necesitan dos tercios de los votos.

El Supremo Tribunal Federal, la semana pasada, decidió que la votación para elegir a la comisión de juicio político debe ser en forma abierta y que el Senado podrá modificar la decisión de la Càmara baja, con lo cual se redujeron las chances de la oposición.

En Salvador, Rousseff, más fortalecida políticamente en un año que cierra con recesión en la economía, fustigó a los opositores que apuestan en el "cuanto peor para Brasil, mejor" buscando réditos de la crisis.

La mandataria le envió un mensaje a su vicepresidente, Michel Temer, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), al cual también pertenece Cunha, que había sugerido agregar parlamentarismo al sistema brasileño para evitar crisis de mayorías en el Congreso.  "En el presidencialismo una persona es electa. Yo gané con 54 millones de votos y la Constitución prevé formas para saar a un presidente del poder. Si no les gusta el presidente, querer cortar su mandato porque no les gusta, eso no está contemplado en la Constitución", dijo Dilma.

La presidenta recuperó oxígeno político con el fin de la maniobra opositora de votar en secreto su juicio político. También en las últimas horas influyó un dato clave para la agenda mediática que instalan los grandes corporaciones de noticias, como la encuesta de Datafolha, en la cual la mandataria se recuperó del 9% que tenía en gran parte del año de aprobación a 13%.

Y la desaprobación, tras el 71% en agosto, cayó al 65% en diciembre. Y el 82% se pronunció a favor de pierda el mandato parlamentario Cunha, acusado de recibir sobornos en la red de corrupción vinculada a la empresa petrolera Petrobras, de tener cuatro cuentas no declaradas en Suiza y de vinculaciones con desvíos en una obra de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016.

La mandataria relanzó su gobierno el lunes, con la asunción del desarrollista Nelson Barbosa como ministro de Economía en lugar del ortodoxo Joaquim Levy, resistido por las centrales sindicales vinculadas al Partido de los Trabajadores (PT). (I)