Dilma condena intentos golpistas de la oposición en Brasil
Dilma Rousseff, presidenta brasileña, condenó los incesantes intentos de la oposición derrotada en las urnas en 2014 de querer llegar al poder a través de un golpe de Estado con argumentos artificiales.
Al intervenir anoche en el 12 congreso de la Central Única de los Trabajadores (CUT), el mayor gremio de este país, Rousseff defendió la democracia y su mandato, y dijo que no les teme a los golpistas y sus partidarios porque luchó toda su vida por la libertad.
Si es necesario, voy de nuevo al combate por la democracia brasileña, subrayó en la urbe de Sao Paulo ante dos mil 500 delegados y la presencia de los exmandatarios Luiz Inácio Lula da Silva y José Mujica, de Uruguay, el líder nacional del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, y dirigentes gremiales.
Puntualizó que Brasil atraviesa por una "crisis política seria" y necesita estabilidad para reanimar su economía y volver a crecer con justicia social.
Tras recalcar que es jefa de Estado porque fue elegida por el pueblo en elecciones limpias, aseveró que cuenta con legitimidad para defender la Constitución y continuar con el proceso de emancipación del pueblo y hacer de este territorio un país de oportunidades "para todas y de todos".
"Como siempre he sido parte de los movimientos sociales en estas luchas, sé que la CUT continuará en las peleas que todos apreciamos a lo largo de nuestra historia, a mi lado, en defensa de la democracia y los derechos de los brasileños", enfatizó.
Rousseff llamó a representantes gremiales a sumarse al combate contra el pesimismo y la intriga política. Cualquier persona que quiera el diálogo, construir la paz política, la construcción del futuro, lo hará con mi gobierno como socio, agregó.
Al referirse a las pretensiones de sectores de la oposición de iniciar un juicio político en su contra en el Congreso, dijo que se utilizan argumentos artificiales sin pruebas jurídicas, lo cual evidencia las intenciones golpistas.
"Lo que antes era inconformismo, se transformó en un deseo de retroceso político y eso tiene nombre: eso es golpismo de manera abierta", enfatizó.
Sus declaraciones se registraron después de que magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) invalidaran intentos de opositores y del líder de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de tramitar propuestas de juicio político en su contra.
Tal postura fue saludada por políticos y abogados al considerar que los titulares del STF derrumbaron las pretensiones de promover en Brasil un golpe a lo paraguayo, como ocurrió en 2012 cuando fue depuesto el entonces presidente de esa nación, Fernando Lugo. (I)