La situación política del presidente brasileño, Michel Temer, continuó complicándose hoy cuando la Policía Federal arrestó a otro de sus asesores especiales, el ex gobernador de Brasilia Tadeu Filippelli, involucrado en un escándalo de desvío de recursos públicos.

Filippelli, del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), fue detenido junto con los exgobernadores Agnelo Queiroz y José Roberto Arruda, y otras siete personas, todos presuntos beneficiarios de un esquema de corrupción que facilitó la sobrefacturación de las obras del Estadio Nacional Mané Garrincha.

De acuerdo con las investigaciones hechas por Policía Federal, la reconstrucción del Mané Garrincha para la Copa del Mundo de 2014 fue presupuestada en 600 millones de reales (más de 185 millones de dólares) y terminó costando mil 575 millones de reales (más de 490 millones de dólares).

Los recursos utilizados para la obra, realizada sin previos estudios de factibilidad económica, provinieron de las arcas de Terracap, una compañía estatal del Distrito Federal con un 49 por ciento de participación de la Unión que no tiene este tipo de operación financiera prevista entre sus actividades.

De acuerdo con reportes de televisoras nacionales, Filipelli y el apartado diputado federal Rodrigo Rocha Loures, también peemedebista, son piezas claves del gobierno de Temer en la articulación con el empresariado y el Congreso y, pese a su bajo perfil, figuran entre los más cercanos colaboradores del titular del Ejecutivo.

Loures, quien fue asesor especial de Temer desde octubre del pasado año hasta marzo último, cuando fue posesionado en la Cámara baja para reemplazar al actual ministro de Justicia Osmar Serraglio, fue apartado de su mandato por orden judicial después de ser delatado por el empresario Joesley Batista, propietario del frigorífico JBS.

Una filmación hecha por la Policía Federal y ampliamente difundida por los medios aquí mostró a Rocha Loures cuando recibía una maleta con medio millón de reales, cantidad que recibiría semanalmente por 20 años como pago por su intermediación en una pendencia de JBS con Petrobras, para lo cual fue designado por Temer.

El ahora legislador separado también se desempeñó como jefe de relaciones institucionales de la Vicepresidencia de la República cuando Temer ocupaba ese cargo.

El miércoles pasado fueron develados trechos de una grabación hecha por Batista en marzo pasado en la residencia oficial, en la cual Temer avalaba el pago por el silencio del ex líder parlamentario Eduardo Cunha, preso y condenado a 15 años por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas por la operación anticorrupción Lava Jato. (I)