Esta semana salieron a la luz carios casos de chicas que fueron engañadas, con propuestas laborales, y terminaron secuestradas por una red de tráfico de personas en España.

Uno de ellos es la historia de una joven de 16 años de edad, quien fue abordada por una mujer en una discoteca. La chica recibió la propuesta de ser modelo en fiestas privadas, acudir a eventos exclusivos, acompañar a los clientes y retirarse.

Días después de ese primer encuentro, la joven asistió a un departamento, donde supuestamente sería el primer evento, pero cuando entró al mismo se dio cuenta que fue engañada y que su actividad sería distinta a la que le describieron.

Entonces logró ocultarse y llamar a la Policía. Cuando los agentes llegaron descubrieron que se trataba de una red de explotación sexual.

“Las chicas iban voluntariamente a las casas pensando que iban a fiestas o eventos privados, llegaban con la valija para estar varios días y lo que se encontraban es que los 21 primeros días tenían prohibido abandonar la casa”, explica Tomás Santamaría, inspector jefe del grupo VI de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Madrid.

Una de las características que los explotadores buscaban en las jóvenes era que sean extranjeras, que estuvieran de forma ilegal en España, para luego amenazarlas con denunciarlas a las autoridades y que fueran deportadas junto con su familia.

Una pareja de esposos era quien manejaba todo, la explotación de las chicas, la distribución de drogas y todo lo que ello implicaba. Vigilaban a las jóvenes gracias a un sistema de vigilancia instalado en la casa en donde las recluían.

Las autoridades ya iniciaron las investigaciones, luego del operativo que logró rescatar a varias chicas que estaban raptadas.