Daniel Ortega se perfila como favorito en comicios
Managua.-
Una oposición dividida y enfrentada llega a las elecciones de Nicaragua de hoy con cuatro candidaturas, en su mayoría compitiendo más por ser la segunda fuerza política del país que por ganar los comicios, consciente de la ventaja del presidente Daniel Ortega para salir reelegido.
A las urnas están convocados 3,4 millones de nicaragüenses que elegirán, además, vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlacen. Ortega, con su polémica candidatura a la reelección, supera en intención de voto a los cuatro aspirantes de la oposición juntos y se perfila como cómodo ganador -con amplia ventaja- de los comicios del domingo, según las encuestas.
Con una intención de voto del 48% y una ventaja de 18 puntos sobre su principal oponente, el empresario de radio Fabio Gadea, el mandatario sandinista sería el virtual vencedor de las elecciones en la primera vuelta, para lo que necesita lograr el 35% de los votos y 5 puntos más que el segundo.
Ortega ha tenido como principal ayuda en su campaña electoral la cooperación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El mandatario nicaragüense lleva dos mandatos a sus espaldas, ya que tras gobernar Nicaragua por primera vez desde 1985 hasta 1990, inició el segundo en 2007.
La representante de la encuestadora costarricense Cid Gallup en Managua, Vania Soza, explicó que, de acuerdo con los resultados de sus estudios, los nicaragüenses respaldan la reelección de Ortega por los beneficios recibidos a través de proyectos sociales.
Entre ellos están la entrega de láminas de zinc, créditos concesionarios, becas y un bono extrapresupuestario de 30 dólares que desde mediados de 2010 reciben mensualmente 130.000 empleados públicos, incluidos soldados y policías. “El ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas) ha sido un milagro para nosotros”, admitió Ortega en un reciente encuentro con inversionistas.
Sin embargo, hay otras razones por las que Daniel Ortega triunfaría por tercera ocasión: la oposición se encuentra enfrentada. “La división de los opositores, la mayoría liberales conservadores, tiene mucho que ver con ambiciones personales, proyectos ideológicos distintos y razones mezquinas”, señaló el analista político Arturo Cruz, ex embajador de Nicaragua en EE.UU.
El empresario y diputado ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Fabio Gadea, quien ofrece una “revolución de la honestidad”, es el candidato a la Presidencia por la variopinta alianza del Partido Liberal Independiente (PLI) y el más cercano contrincante de Ortega, según los sondeos. La alianza encabezada por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) postuló al ex presidente Arnoldo Alemán (1997-2002), tercero en la intención de voto y cuya principal promesa es crear un millón de empleos.
El cuadro de opositores lo completan los candidatos con menos posibilidades, el diputado Enrique Quiñónez, ex dirigente de la Contra antisandinista, por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), quien propone castrar químicamente a los violadores; y el académico Roger Guevara, de la Alianza Por la República (APRE).
Gadea y Alemán, además de ser consuegros, antes de los comicios militaban en el PLC, al igual que Quiñónez, quien cinco años atrás se retiró de la agrupación por la forma en que Alemán la lideraba. “El problema de la oposición es que se ha fragmentado de tal suerte que parecen los Balcanes en el tema histórico, y eso ha hecho muy difícil una opción efectiva ante una gestión muy fuerte por parte del presidente Ortega”, explicó Cruz, también académico del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae).
La última encuesta de la firma costarricense Cid-Gallup otorga a Ortega una intención de voto del 48%, seguido por Gadea (30%), Alemán (11%) y Quiñónez y Guevara (1% entre ambos). La encuestadora explica que en estos comicios se repite una situación similar a la de las elecciones de 2006, que ganó el actual gobernante sandinista ante una oposición que se presentó dividida debido al “deseo de poder, interés y egoísmo personal de los candidatos opositores y a un supuesto pacto Ortega-Alemán”.
El aspirante a la Vicepresidencia por el PLC, Francisco Aguirre Sacasa, admitió que para Ortega la división opositora representa un sueño hecho realidad. Opinó, sin embargo, que la fragmentación se da porque la disidencia del PLC está “más empecinada en exterminar y destruir el liderazgo de Alemán, que en defender la democracia y derrotar a Ortega”.
“Divididos, como estamos, por estas pugnas internas que son por liderazgo, se hace factible y algunos dirían probable que Ortega gane las elecciones”, continuó Aguirre Sacasa, que fue canciller durante el Gobierno de Alemán.
No obstante, para Antonio Lacayo, ministro de la Presidencia durante el Gobierno de Violeta Chamorro (1990-1997), la oposición no está fragmentada, sino representada en Gadea, de la alianza PLI. “Alemán ya no pinta. Ya el pueblo tiene claro que aquí hay dos contendientes: por un lado Ortega y por otro lado Gadea”, consideró.
Los sandinistas, por su lado, sienten segura la victoria en las urnas y llaman a la oposición a aceptar la voluntad del pueblo. “Todas las encuestas coinciden en que hay un triunfo inobjetable (de Ortega), con una distancia grandísima para el segundo lugar”, indicó el asesor presidencial para asuntos económicos, Bayardo Arce.
Para algunos analistas, como Arturo Cruz, la victoria del líder sandinista se presenta tan clara, que la cuestión por despejar en los comicios es quién quedará en segundo lugar.