Cuba abrió cárceles a la prensa
Tiene palmeras, campos deportivos y sol casi todo el año, pero no es un resort caribeño sino la mayor cárcel de Cuba, el Combinado del Este, visitado el martes por la prensa extranjera por primera vez en nueve años, en el marco de un plan para explicar su sistema penitenciario.
“Aquí gracias a Dios hasta ahora nunca ha habido conflicto entre los compañeros (presos), nos llevamos muy bien”, dijo Iván Jiménez, de 38 años, que lleva cuatro meses preso en espera de juicio, acusado de “receptación”, por haber comprado un refrigerador en el mercado negro.
La prensa fue autorizada por el gobierno a recorrer las instalaciones de las cárceles Combinado del Este, el Centro de Trabajo y Estudio La Lima, una penitenciaría de régimen abierto como paso previo a la libertad condicional.
Otro grupo recorrió la cárcel de mujeres de Guatao y el centro de jóvenes San Francisco de Paula, pocas semanas antes de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU realice su examen sobre el caso de las cárceles cubanas, el 1 de mayo.
La situación en las cárceles cubanas, donde están recluidas unas 57.000 personas, en un país con 11 millones de habitantes, ha sido denunciada por organismos de derechos humanos, pero el director del Combinado del Este, teniente coronel Roelis Osorio, afirmó que el trato a los reclusos se basa en principios humanitarios.