La operación de Cristina Fernández de Kirchner fue todo un éxito. Argentina vivió ayer el fin de una larga incertidumbre en torno a la salud de la mandataria y el comienzo de una nueva etapa política signada por su ausencia temporal de la escena nacional –que podría extenderse algunas semanas para su total recuperación- en plena campaña con vistas a las elecciones legislativas del 27 de octubre.

La intervención quirúrgica duró una hora y cuarenta minutos. La Presidenta, de 60 años, fue sometida al  drenaje del hematoma craneal que le causó el domingo un “hormigueo” en su brazo izquierdo y “evoluciona favorablemente”, según el parte médico oficial del hospital universitario de la Fundación Favaloro, donde fue operada en horas de la mañana por el cirujano Cristian Fuster. El próximo parte será divulgado hoy.

La cirugía se realizó “sin complicaciones”, tras descartarse “riesgos cardiovasculares”, agrega el reporte. La Presidenta se despertó cerca del mediodía local en una cama de la unidad de cuidados intensivos –donde debería estar por otros dos días- y se mostró de “buen ánimo” y rodeada de sus hijos, Máximo y Florencia, y por su madre, Ofelia Wildhelm, anunció el vocero oficial, Alfredo Scoccimarro.

El anuncio del portavoz del gobierno provocó un fuerte clamor de alivio entre los cientos de seguidores de la mandataria, quienes habían mantenido una vigilia en torno de la clínica (ubicada en el barrio porteño de Monserrat), entre rezos y carteles de apoyo.

La operación había sido decidida el lunes por el equipo médico ante el agravamiento del cuadro de “conducción subdural crónica”, un leve hematoma craneal, producto de un golpe en la cabeza tras una caída el 12 de agosto pasado, cuyas circunstancias nunca fueron reveladas.

Tras el éxito de la operación, todas las miradas se dirigen ahora hacia el vicepresidente, Amado Boudou, quien estará a cargo del Ejecutivo hasta el regreso de la Presidenta. Boudou, de 50 años, es considerado, según sondeos, el funcionario nacional con peor imagen. ¿El motivo? Una decena de denuncias periodísticas por corrupción, entre ellas una por enriquecimiento ilícito y otra por negociaciones incompatibles con la función pública, exacerbadas por la oposición y el emporio mediático del Grupo Clarín.
 
“No tiene autoridad moral”, sentenció el alcalde derechista de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien enfrenta un doble proceso judicial por un escándalo de escuchas telefónicas ilegales montadas por su administración. Boudou es investigado desde hace tiempo por la justicia, pero no ha sido procesado –como Macri- en ninguna de las causas.

Desde que se efectivizó la asunción temporal de Boudou, tal como establece la Constitución nacional, la prensa opositora ha dedicado gran espacio a la “debilidad” del Vicepresidente, que había estado virtualmente ausente de la campaña y se hallaba incluso de viaje oficial en Brasil, hasta que fue llamado de urgencia el sábado pasado cuando se conoció el diagnóstico médico del problema que afecta a la Presidenta.

La ofensiva mediática fue tal que el analista político Jorge Giacobbe llegó a dudar de la asunción de Boudou ante las cámaras de la televisora Canal 13, espada mediática del Grupo Clarín “No creo que la sociedad lo permita”, afirmó Giacobbe.

Acotó, como alternativa, medidas de hecho. “Plaza de Mayo (donde se realizan las manifestaciones y protestas populares)”...“otras situaciones parecidas donde la sociedad no quiso que alguien la representara o estuviera en el poder”, añadió Giacobbe.

El analista llegó a comparar el caso de Boudou con José López Rega, el exministro de Bienestar Social del gobierno de Isabel Perón (1974-76), sobre quien ejercía gran influjo, y promotor de decenas de asesinatos de políticos, activistas, gremialistas e intelectuales a través del grupo paramilitar Alianza Anticomunista Argentina (Triple A). Apodado “El Brujo”, López Rega –fallecido en 1989 en prisión- fue uno de los personajes más nefastos y oscuros de la historia argentina reciente.

La diputada oficialista Juliana Di Tullio, quien buscará la reelección en los comicios del 27 de octubre, dijo que “la oposición reaccionó con bastante más responsabilidad que los sectores del poder económico”.

Mientras el hashtag “Fuerza Cristina” era el principal en Twitter en el país austral, con 50 mensajes por minuto, en general las fuerzas políticas de la oposición dejaron de lado la campaña electoral para centrarse en dar mensajes de pronta recuperación a la Presidenta, lejos de los ataques a Boudou y de diferencias políticas o ideológicas insalvables.

Pero la ausencia de Fernández en la campaña sin dudas afectará al oficialista Frente por la Victoria. La fecha de su regreso efectivo al poder es aún una incógnita. Por lo pronto, Boudou tendrá una dura prueba de fuego.

Aunque se vaticina una exposición pública mínima, nadie duda de que será el blanco preferido de la prensa opositora, a menos de tres semanas de unas elecciones que se avecinan difíciles para el “kirchnerismo”.

MALVINAS NO SE PRONUNCIA SOBRE OPERACIÓN

El Gobierno de las Malvinas no se ha pronunciado sobre la operación a la que ha sido sometida la presidenta de Argentina, Cristina Fernández. Una fuente oficial precisó que la Asamblea Legislativa de las Malvinas se encuentra actualmente disuelta con motivo de las próximas elecciones, por lo que no se ha hecho ningún pronunciamiento oficial.