Cristina Fernández: "No estuve de prestada en el sillón de la Casa Rosada"
La expresidenta Cristina Fernández convocó a varios medios de comunicación internacionales a su casa en El Calafate, al sur de la Argentina, donde se refirió al gobierno del presidente Mauricio Macri, de los cambios en el contexto latinoamericano, de Brasil, del rol de Estados Unidos, de las experiencias destituyentes de los gobiernos progresistas, de la deuda externa, de la crisis de los bancos, de los 'fondos buitres', de la dirigente social Milagro Sala, entre otros.
En la entrevista, la exmandataria se refirió al avance de una derecha conservadora o restauradora, "en cuanto a exclusión social, en cuanto a nuevos realineamientos y en cuanto a abandonar la idea de unidad regional que primó tanto en el espíritu de la Unasur, del Mercosur, y de la Celac desde 1999".
En el caso de Argentina, dijo, "lo veo como un retroceso muy importante porque los logros que se habían obtenido eran realmente formidables".
"Yo no recuerdo en la Argentina que un gobierno luego de estar doce años y medio se despida, o lo vaya a despedir el pueblo, con una plaza como nunca habíamos tenido. Si después de doce años y medio, en un hecho que me atrevo a calificar de inédito, un pueblo, o por lo menos una parte importante de ese pueblo heterogéneo va a despedir a ese gobierno que se va es un fenómeno que nunca se había visto. Y ojalá que todos los gobiernos de ahora en más, cuando terminen, puedan despedirse con una plaza llena de gente".
Añadió que ve un retroceso evidentemente en las libertades. "No puedo dejar de mencionar el caso de Milagro Sala, presa política, y ahora también se han sumado otros militantes, otros dirigentes sociales, entre ellos también su esposo".
Respecto a los 'fondos buitres' Fernández indicó que "nosotros tuvimos un ataque en nuestra gestión por no querer llegar a pagar el 1600 por ciento en dólares, lo que nos parecía que excedía cualquier concepto usurario para entrar directamente en un despojo. Una cosa es la usura y otra directamente el despojo. Yo creo que el hecho de que hubiera división entre los partidos que podían acceder al gobierno fue lo que alentó que los 'buitres pudieran seguir exigiendo, porque hubo gente que les decía que si llegaban al gobierno iban a arreglar con ellos y pagarles cualquier cosa. Esto, obviamente, les dio una fuerza inusitada a los 'buitres' para que se plantaran y dijeran que era 'esto o nada'".
"(...) Estaban muy entusiasmados porque habían aprobado el acuerdo con los 'buitres' y todo se iba a solucionar. Y esto no me convierte a mí en alguien visionario, clarividente o inteligente, sino simplemente en una persona que estuvo sentada ocho años en el sillón de la Casa Rosada y que no estuve de prestada tampoco en ese sillón. Entonces, creo que hubo una mala evaluación, un mal cálculo o falta de cálculo, o no. Tal vez lo que se quería era provocar un shock para después tener espalda para que los trabajadores aceptaran cualquier tipo de salario por temor a perder el salario".
Sobre la apertura de América Latina a otros actores internacionales, como China y Rusia, señaló Fernández, pone en alerta a Estados Unidos. "Creo que este continente en disputa comienza a visualizarse claramente, cuando los gobiernos nacionales y populares —Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia— comienzan a tener las relaciones comerciales, políticas y económicas con otros actores internacionales, fundamentalmente con la República Popular China, también con Rusia, que eran terrenos vedados", dijo la exmandataria.
La participación de Brasil en los BRICS y la creación de un fondo casi alternativo a lo que podría ser el manejo de fondos del FMI, añadió, "crean una alerta roja en un país como Estados Unidos".
Cristina Fernández recordó que América Latina "es uno de los acuíferos más importantes del mundo, una de las reservas de minerales más importantes del mundo, una de las reservas energéticas más importantes del mundo (…), en fin, la reserva alimentaria".
"Somos una región estratégica para el desarrollo y mantenimiento de cualquier país o potencia. Yo creo esto debe haber movido intereses, pensamientos, y acciones", destacó.
En opinión de la expresidenta, "se está rediseñando un mapa geopolítico en el mundo, mucho más complejo de lo que parece" y "esta tensión por cuestiones económicas entre China y Estados Unidos o Rusia tiene un ingrediente nuevo que es el surgimiento del terrorismo en el mundo".
En cuanto a la "persecución judicial" impulsada por opositores, Cristina dijo que no teme ir a la cárcel. "Si hubiera tenido temor, no hubiera hecho no solamente las cosas que hice en el gobierno, sino además también posiblemente nunca hubiera militado en los espacios políticos en los que milite desde muy joven. Ser peronista en este país nunca fue fácil y nunca fue gratis. Sobre todo peronista con la orientación que siempre hemos tenido quienes hemos compartido ese espacio.
Explicó que las generalizaciones no son buenas. "Puede haber políticos corruptos, y los debe haber. Identifiquémoslos, identifiquémoslos. Pero además las denuncias que me han hecho, inclusive siendo presidenta, sobreseída en tres causas de enriquecimiento ilícito. Me investigaron desde el año 1995 casi hasta el año 2012 y siempre con cosas vinculadas a declaraciones juradas. A mí no me encontraron ninguna cuenta en Panamá, yo no tengo ninguna cuenta en el exterior, no tengo sociedades secretas que me descubrieron, todo lo que dicen está hecho y dicho y escrito en mis propias declaraciones juradas firmadas y presentadas por mí".
"Cuando apareció el tema de los 'Panamá Papers' los propios periodistas alemanes decían que los periodistas argentinos estaban excitados porque pensaban que iban a encontrar a algún Kirchner. Y no encontraron a ningún Kirchner, ni los van a encontrar, no por lo menos a Néstor Kirchner, a Cristina Kirchner, a Máximo Kirchner o a Florencia Kirchner, en absoluto", apuntó. (I)