Crece impaciencia ante prolongación de la negociación nuclear con Irán
Las conversaciones sobre el programa nuclear iraní se dilataban este miércoles, tras haber traspasado ya el plazo límite estipulado para un acuerdo, con algunos progresos, aunque persisten los escollos y crece la impaciencia entre los negociadores.
"Irán ha mostrado su disposición a llegar a un acuerdo digno y ahora es momento para que la otra parte en la negociación aproveche la oportunidad, una oportunidad que tal vez no se repita", dijo el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, tras una reunión con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en Lausana.
Después de intensas discusiones que se extienden ya desde hace siete días, habiendo expirado el plazo máximo para llegar a un acuerdo, fijado para la medianoche del martes, muchos de los ministros de Exteriores del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia, más Alemania), que negocian con Irán comenzaban a mostrar signos de hastío.
En este contexto, muchos diplomáticos de las grandes potencias han exhortado a Teherán a tomar decisiones y han afirmado que es el momento de decir sí o no.
"Estamos negociando con seis países con intereses diferentes, con posiciones y relaciones con la República Islámica diferentes. A veces tienen puntos de vista diferentes", declaró Zarif, en referencia al objetivo de los diálogos de llegar a un acuerdo que garantice que el programa nuclear de Teherán no tenga fines militares, a cambio de que las potencias levanten las sanciones económicas impuestas al país.
John Kerry se quedará en Suiza al menos hasta el jueves por la mañana para continuar las negociaciones.
"Seguimos avanzando, pero todavía no logramos un compromiso político. Por lo tanto el secretario Kerry se quedará en Lausana al menos hasta el jueves por la mañana para continuar las negociaciones", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.
Irán niega que quiera hacerse con la bomba y sus negociadores actúan bajo las estrictas órdenes del líder supremo el ayatolá Ali Jamenei, pero también presionados por la línea dura de su parlamento para que no cedan mucho.
Plazos para fin de sanciones
Según varios diplomáticos, los puntos de tope siguen siendo los plazos para el levantamiento de las sanciones que asfixian la economía de Teherán y el futuro límite de la capacidad de enriquecimiento de uranio y destino de los almacenes de material nuclear de Irán.
El jefe de los negociadores iraníes sobre el programa nuclear de Irán, Abas Araghchi, advirtió que un acuerdo era imposible sin un "borrador para un levantamiento de todas las sanciones", pero las grandes potencias quieren que la retirada de las sanciones sea gradual y que pueda ser revertida fácilmente en el caso de que Irán viole el acuerdo.
La cuestión de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU es otro tema espinoso.
Los iraníes quieren saber de manera precisa en qué medida van a ser levantadas las sanciones, cómo van a ser suspendidas, en qué orden y cuáles de ellas, explicó un diplomático de las potencias.
En el caso de que se retiren algunas sanciones, algunos países del 5+1 quieren un mecanismo que permita imponerlas de nuevo rápidamente si Irán viola sus compromisos, según dijo un diplomático occidental.
Una dura noche de negociaciones
La dilatación de las negociaciones llevó a que este miércoles, sólo quedaran en Lausana Kerry, el ministro británico de Relaciones Exteriores, Philip Hammond, y el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, además de Zarif.
En la tarde del miércoles, el ministerio de Exteriores de Francia, anunció que el jefe de la diplomacia gala, Laurent Fabius, vuelve a Suiza, en lo que se proyecta como otra dura noche de negociaciones.
En el frente interno, si no se consigue arrancar compromisos firmes por parte de Irán, el presidente estadounidense, Barack Obama, lo tendrá difícil para evitar que sus oponentes republicanos aprueben nuevas sanciones contra Teherán.
En este sentido, uno de los más duros críticos al diálogo con Irán, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió el martes que un acuerdo podría poner en peligro a Israel, Oriente Medio y la paz en el mundo.