Corrupción, violencia doméstica y discriminación sexual son el eje de los discursos de Obama en África
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le habló al pueblo keniano casi como un compatriota y continua hoy su gira por África en Etiopía.
Obama llegóel viernes al país de origen de su padre -Kenia- donde mantuvo una estadía de tres días y habló ante unas 6.000 personas en las afueras de Nairobi, a pocos metros del estadio de Kasarani, el mismo que se hizo famoso el año pasado cuando la policía keniana lo convirtió en un campo de detención para mil personas, la mayoría refugiados somalíes, sospechados de apoyar la milicia extremista de ese país, Al Shabaab.
En su último discurso antes de partir a Etiopía, el mandatario estadounidense les advirtió a los kenianos que se necesita tomar “decisiones difíciles” para crecer y se centró en dos: terminar con la corrupción y avanzar hacia una igualdad real entre hombres y mujeres.
Cultura del abuso y discurso emotivo en Kenia
“Tratar a las mujeres como ciudadanas de segunda clase es una mala tradición y los abusos sexuales o la violencia doméstica no tienen excusa; no hay razón para que chicas jóvenes sufran una mutilación genital y en sociedades civilizadas no hay lugar para los matrimonios forzosos”, denunció.
Ante un público vestido con las banderas de Estados Unidos y de Kenia, el presidente estadounidense reconoció que cada país y cada cultura tienen sus tradiciones, pero advirtió que “sólo porque algo forme parte de tu pasado no significa que esté bien ni que vaya a definir tu futuro”.
“Hay pruebas de sobra de que las comunidades que dan las mismas oportunidades a sus hijas que a sus hijos son más pacíficas, más prósperas, se desarrollan más deprisa y tienen mayor probabilidad de éxito. Y eso es tan cierto en Estados Unidos como en Kenia”, agregó.
Obama no habló de política interna keniana ni de cuestiones bilaterales entre los dos países, en cambio, optó por un discurso más emocional.
Recordó la primera vez que visitó el país hace 30 años, cuando era estudiante y, principalmente, cuando fue a Kogelo, el pueblo donde nació su padre, cerca del lago Victoria.
“Aprendí algo sobre mi vida que jamás me habrían enseñado los libros (...) Yo era un estadounidense realmente desconectado de la mitad de mi pasado. Fue la primera vez que mi apellido significaba algo”, contó el mandatario.
El broche de oro llegó cuando el mandatario tomó el micrófono y expresó su orgullo por ser “el primer presidente americano-keniano de los Estados Unidos”.
Su visita es histórica. Se trata del primer presidente de Estados Unidos en funciones que viaja a Kenia. Desde el principio de su mandato, demostró tener una relación especial con África, al menos más especial que sus antecesores. Visitó tres veces Kenia, una como estudiante y de mochilero, y la otra como senador. En total, realizó cuatro giras por África como presidente.
Poco después de dar su último discurso en Nairobi, Obama voló a Etiopía, otro aliado clave de las potencias occidentales en su “lucha contra el terrorismo”. En los últimos años, África se ha convertido en un territorio muy fértil para grupos islamistas como Al Qaeda y sus filiales, y milicias afines a Estado Islámico, como Boko Haram.
En Etiopía pide "mantener la presión" sobre los islamistas somalíes shebab
Tras su arribo a Etiopía, Barack Obama, pidió que "mantengan la presión" contra los shebab y se congratuló por los avances en la lucha contra los insurgentes islamistas somalíes.
En Adís Abeba, la capital etíope que visita por primera vez, el presidente estadounidense se felicitó del trabajo de la fuerza regional de la Unión Africana en Somalia (Amisom) que lucha junto al débil ejército somalí contra los insurgentes.
La misión de la UA, con cerca de 20.00 hombres, tiene efectivos de los ejércitos de Etiopía, Kenia, Uganda, Yibuti y Burundi.
"Una de las razones por las que vemos a los shebab retroceder en el este de África son nuestros equipos regionales (...) junto a fuerzas locales", dijo Obama en referencia a la AMISOM durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro etíope, Hailemariam Desalegn.
Estados Unidos apoya la lucha contra los shebab con bombardeos regulares de drones en territorio somalí.
"No necesitamos mandar a nuestros propios Marines para luchar: los etíopes son combatientes duros y los kenianos y los ugandeses han sido serios en lo que hacen", añadió, aunque reconoció que todavía queda "trabajo por hacer" contra los insurgentes.
El domingo, a la misma hora en que el presidente estadounidense abandonaba Kenia (la primera etapa de su gira africana) en dirección a Etiopía, los shebab cometieron un nuevo atentado en Mogadiscio. Un coche bomba estalló cerca de un hotel de la capital, donde se encuentran las embajadas de China, Catar y Emiratos Árabes Unidos, matando a 13 personas.
Igual que en Kenia, la seguridad fue el eje central de la visita a Etiopía. Obama también habló de los derechos humanos pero en términos muy diplomáticos para no incomodar a sus anfitriones.
En materia de derechos humanos en Etiopía, dijo, "todavía hay trabajo, y creo que el primer ministro es el primero en reconocer que todavía hay cosas por hacer", afirmó el presidente norteamericano.
El gobierno etíope ha sido acusado de violar sistemáticamente los derechos humanos y de acallar a los disidentes. En las últimas elecciones legislativas, la coalición de gobierno, en el poder desde hace un cuarto de siglo, volvió a ganar todos los escaños del parlamento.
"Creo que todas las voces tiene que ser oídas" dijo Obama, y aseguró que su país "cree en las promesas de Etiopía y de su pueblo".
Agravación en Sudán del Sur
Obama también denunció la agravación de la situación en Sudán del Sur, el país más joven del mundo, arrasado por 19 meses de guerra civil. Estados Unidos tuvo un papel clave en su declaración de independencia en 2011.
"Desgraciadamente la situación continúa agravándose", dijo el presidente y pidió un "acuerdo de paz" entre las partes. El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y ha obligado a 2,2 millones de personas a dejar sus hogares.
"No tenemos mucho tiempo. Las condiciones en el terreno no paran de agravarse", dijo Obama, que también tiene prevista una minicumbre sobre la situación en el país, en la que participarán los presidentes de Kenia, Uhuru Kenyatta, y de Uganda, Yoweri Museveni.
El martes, Barack Obama dará un discurso muy esperado en la sede de la Unión Africana (UA) en Adís Abeba.
"Esperamos que se pongan en marcha distintas iniciativas en la construcción de infraestructuras de transporte y telecomunicaciones", dijo Jacob Enoh Eben, portavoz de la presidencia de la comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma.
"Barack Obama traerá consigo a las grande empresas estadounidenses, su visita demuestra que hay que venir a África", añadió.
Por su parte las organizaciones de la sociedad civil esperan que Obama empuje a la UA a respetar con más rigor su propia Carta de democracia, las elecciones y la gobernanza, en un continente sacudido por varios conflictos en países como Burundi, Sudán del Sur o la República Centroafricana.
En Etiopía, Obama tenía previsto reunirse no sólo con líderes locales, sino también con dirigentes de la Unión Africana, la principal organización regional del continente.
Asimismo se conoció que en su discurso de mañana hablará en la sala Nelson Mandela de la Unión Africana. Será el primer presidente de EE.UU. en hacerlo. (I)