Ecuador reaccionará "con mayor radicalidad" si Dilma es destituida
El presidente Rafael Correa advirtió este miércoles que Ecuador reaccionará con mayor radicalidad si la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, es separada definitivamente de su cargo como resultado del juicio político iniciado por la oposición.
"De separarse definitivamente a la presidenta democráticamente electa Dilma Rousseff de su cargo, al menos Ecuador reaccionará como mayor radicalidad", afirmó el mandatario durante un encuentro con corresponsales extranjeros acreditados en Quito.
Aunque admitió que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se ha comportado de forma tibia frente a la decisión de la mayoría del Senado brasileño de enjuiciar a la mandataria por supuestos malos manejos de las cuentas públicas, Correa consideró que el bloque regional también responderá de forma más radical una vez que concluya el proceso.
"Nosotros hemos tomado algunas medidas, y creo que la Unasur reaccionará más radicalmente cuando ya se acabe el debido proceso", agregó el gobernante, tras apuntar, no obstante, que hay países y gobiernos que mostraron, "por decir lo menos", indiferencia frente a lo que está ocurriendo en Brasil.
De acuerdo con Correa, esa tibieza en responder a lo que consideró un grave ataque contra la democracia, es resultado de los efectos que tiene la actual arremetida de la derecha regional e internacional sobre los procesos de integración.
"Son cosas extremadamente graves, pero como atentan contra los gobiernos progresistas hay que dejarlas pasar", acotó el líder ecuatoriano, quien recordó que la democracia se basa tanto en la legalidad como en la legitimidad.
Incluso en esta caso hay falta de legalidad, porque usted no puede sustituir a una presidenta democráticamente electa con más 50 millones de votos, porque cambió la mayoría en el Congreso o en el Senado, y más aún por la traición de su vicepresidente, remarcó el mandatario, en alusión a que el ahora jefe de Estado interino de Brasil, Michel Temer, fue uno de los promotores de la suspensión de Rousseff.
Reiteró, además, que el enjuiciamiento de la presidenta brasileña a partir de decisiones administrativas es algo extremadamente grave, y sienta, dijo, "un precedente funesto para toda la región".
"No hay ninguna acusación en concreto contra Dilma Rousseff, se dicen ambigüedades administrativas. Ustedes se imaginan que un presidente pueda ser destituido por decisiones administrativas. Ahí se acabó la gobernabilidad", enfatizó. (I)