Miles de cariocas y turistas se concentraron desde temprano este lunes en Copacabana, la playa más icónica de Brasil, para anticipar el tradicional "Reveillon", la fiesta con la que se da la bienvenida al año nuevo y que en esta oportunidad puede atraer un récord 2,7 millones de personas a Río de Janeiro.

Los miles de bañistas que invadieron Copacabana este lunes disputaron cada metro cuadrado de sus famosas playas y algunos hasta instalaron carpas, mesas, toldos y cercados en los que pretenden esperar la llegada del año nuevo.

Los bañistas también disputaron espacio con los seguidores de las religiones afrobrasileñas que, como es tradición, también acudieron en masa a la playa en el último día del año para ofrecer sus homenajes a Iemamjá, la diosa de las aguas.

El sincretismo permitía ver montículos en la arena organizados en forma de ofrendas con velas, flores, alimentos y botellas de licor junto con personas que extendían sus pareos y sus toallas en la playa para aprovechar el sol del verano austral que alegró a los cariocas en el último día de 2018 y las altas temperaturas, aunque no llegaron a los 40 grados centígrados de la semana pasada.

Parte de los bañistas, algunos ya vestidos de impecable blanco como la mayoría de quienes acuden al Reveillon, optaron por permanecer en la playa hasta la noche para reservar los mejores lugares para los espectáculos musicales y el show de fuegos pirotécnicos de la fiesta.

Las familias que anticiparon su llegada a Copacabana estaban preparadas para la fiesta, con neveras de icopor en las que mantenían la cena de año nuevo y las infalibles latas de cerveza y botellas de espumante.

También acudió temprano este lunes a Copacabana el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, pero para inspeccionar los preparativos de la fiesta y anticipar que el espectáculo de este año será inolvidable para cariocas y turistas por su "potencia".

"Está todo perfectamente listo para la fiesta. El sistema de sonido que permitirá que la música se escuche simultáneamente en los altavoces en toda la playa fue probado con mucho éxito y mostró su potencia", dijo.

Crivella agregó que nadie se sorprenderá si, con 2,7 millones de personas, Copacabana logra su récord de público en un Reveillon ya que los hoteles ya están llenos y otros 350.000 turistas son esperados este lunes tanto en navíos de crucero como en el aeropuerto.

El espectáculo, en que 16,9 toneladas de fuegos de artificio lanzados desde diez barcazas ancladas frente a las arenas de Copacabana iluminarán el cielo por cerca de 14 minutos, animará una fiesta que tuvo inicio al comienzo de la noche con la presentación de decenas de cantantes en diferentes tarimas.

Entre los artistas que se presentarán hasta la madrugada del martes destacan conocidos cantautores como Gilberto Gil y Baby do Brasil, pero también populares grupos como la Banda de Ipanema y la "batería" (orquesta de percusión) de la famosa escuela de samba Beija Flor.

Un total de 1.774 guardias municipales -un 67 % más que el año pasado- trabajaran en conjunto con las autoridades policiales en toda la ciudad y 3.379 trabajadores del "ejército naranja" se encargarán de limpiar sus calles.

La vigilancia se apoyará con 596 cámaras que ayudarán a las autoridades a monitorear la playa de Copacabana y sus alrededores, así como otros sitios de la ciudad que también tendrán espectáculos y celebraciones para recibir el año nuevo.

Las vías aledañas a Copacabana fueron cerradas para el tránsito de vehículos públicos y particulares desde primera hora de este lunes, por lo que tan sólo accederán a la playa quienes lleguen a pie o en metro.