La Justicia española condenó  a 302 años de cárcel al principal imputado en el mayor proceso por pederastia juzgado en España, Fernando Torres Baena, como autor de 35 delitos de abuso sexual y otros 13 de corrupción de menores.

La Audiencia de Las Palmas, en las islas Canarias, donde se celebró el juicio, considera probado que Torres Baena se comportó con los alumnos de su academia de artes marciales como "un depredador sexual" y organizó con ellos "auténticas orgías" sin importar su edad o género.

El tribunal subraya que este sumario, conocido como "caso Kárate", recoge un caso de abusos "sin precedentes en la historia jurisprudencial del país", en el que medio centenar de personas fueron sometidas "a relaciones sexuales indiscriminadas, daba igual la edad o el sexo", durante cerca de 20 años.

Los magistrados constatan que el condenado, excampeón nacional de kárate, se aprovechó de su "condición de héroe deportivo" y de su "ascendencia emocional" sobre sus alumnos, muchos de ellos menores de edad, para "doblegar su voluntad" y satisfacer con ellos sus "deseos lúbricos".

El tribunal también considera acreditado que participaron en ese tipo de prácticas su esposa, María José González, a la que condena a 148 años de prisión, y la monitora Ivonne González, condenada a 126 años.

La sentencia entiende que los tres seguían un "plan preconcebido" para abusar de un grupo de alumnos, a los que presentaban como "los elegidos".

Torres Baena, asegura el magistrado ponente, captaba a sus víctimas "desde muy temprana edad" e instruía a sus elegidos sobre "la práctica del sexo en el más amplio sentido de la palabra".