Aislado regionalmente desde la destitución de Fernando Lugo, Paraguay espera recuperar su credencial democrática en los comicios de hoy y ser readmitido en el Mercosur, aunque tendrá que aceptar como socio a Venezuela.

Un primer escollo será la declaración como “persona non grata” en Paraguay del ahora presidente venezolano, Nicolás Maduro, por “injerencia” en los asuntos internos paraguayos.
Una semana después, la Unasur y el Mercosur suspendieron a Paraguay de participación hasta ver el desarrollo de sus comicios, y este segundo bloque admitió además a Venezuela, cuyo ingreso había bloqueado el Legislativo paraguayo durante años.

El nuevo Ejecutivo de Federico Franco denunció que Maduro “arengó” a la cúpula militar paraguaya para que mantuviera su lealtad a Lugo, lo que derivó en una expulsión mutua de embajadores y la declaración del venezolano como “persona non grata”.

El panorama se complicó más cuando a principios de este mes Franco consideró un “milagro” la muerte de Hugo Chávez, lo que le llevó a ser calificado de “escoria humana y política” por el canciller venezolano, Elías Jaua.

Con este complejo panorama diplomático de trasfondo, Paraguay se juega a recuperar la credibilidad democrática ante sus vecinos en las elecciones más vigiladas en sus 24 años de democracia.

La Unasur y el Parlamento del Mercosur sumarán sus observadores a los destacados por la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y varios organismos electorales del continente.

No obstante, el embrollo diplomático que tendrá que solucionar el nuevo Ejecutivo apenas ha tenido incidencia en la campaña electoral y los dos candidatos favoritos a la presidencia han dado muestras de que optarán por el pragmatismo para facilitar su regreso al Mercosur, aun con Venezuela dentro.

Venezuela “ya está dentro, duele decirlo, pero voy a ser presidente”, declaró la semana pasada el colorado Horacio Cartes, un empresario sin experiencia en política al que las encuestas dan como favorito.

“Hoy Venezuela no es el verdadero problema (...) Hay que sentarse y ver cómo solucionar este tema”, propuso el candidato, que destacó que la sanción del Mercosur fue meramente política, contra el Ejecutivo que preside Franco, pero no afectó económicamente a Paraguay.

El nuevo Gobierno que tome posesión el 15 de agosto en Paraguay podrá restaurar los puentes con Venezuela y recomponer las relaciones con el Mercosur.

“Estoy seguro de que no es un tema insuperable. Al contrario, para el Mercosur, Paraguay es importante, para nosotros también es importante el Mercosur. Vamos a sentarnos a dialogar y estoy seguro de que se van a recomponer esas relaciones”, dijo el otro candidato, Efraín Alegre.

En 2012 el Mercosur (sin Venezuela) recibió el 48,79% de las exportaciones de Paraguay, por un valor de 3.554 millones de dólares y en el primer trimestre de este año el 58% (1.294,3 millones de dólares), según el Banco Central.

Paraguay compró el año pasado en Argentina, Brasil y Uruguay por valor de 4.468,3 millones de dólares, el 41,54% de sus importaciones totales; y 1.205,7 millones en el primer trimestre de 2013, el 43,66% del total.

Alegre aseguró que la restauración de las relaciones es posible “por el camino del tratado y la institucionalidad” del Mercosur, y recordó que su partido fue el único que pidió a sus diputados ratificar el ingreso venezolano en el bloque regional.

Con Maduro como nuevo presidente en Venezuela, “claro que habrá una relación de Estado”, declaró el candidato liberal, que confió en que los cuatro mandatarios socios del Mercosur estarán en Asunción para la jura presidencial.

Un empresario que quiere el retorno del partido colorado

Dueño de un emporio empresarial, el candidato a la Presidencia de Paraguay Horacio Cartes entró en el Partido Colorado en 2009 y ha conseguido en apenas tres años hacerse con su liderazgo y ser favorito en los sondeos.

Con su estilo personalista, en noviembre de 2010 fundó el movimiento interno Honor Colorado (HC, siglas también de su nombre y apellido).

Con 19 años, según su biografía oficial, regresó a Paraguay luego de estudiar en el extranjero y “comenzó sus actividades de emprendimiento comercial” en una casa de cambios que después se convirtió en el Banco Amambay, pilar de un emporio de 25 empresas (tabacos, bebidas, ganadería, transporte, comercio) que hoy tiene.

El político de larga experiencia que fue ministro de Lugo

El liberal Efraín Alegre aspira a la Presidencia de Paraguay tras una larga trayectoria política que inició en las juventudes del partido, del que ha sido diputado, senador y ministro en el Gobierno del destituido Fernando Lugo.

Su apellido se ha prestado fácilmente como lema de su Alianza Paraguay Alegre, formada por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el minoritario Partido Democrático Progresista de su candidato a la vicepresidencia, Rafael Filizzola.

Nacido en San Juan Bautista (Misiones, sur del país) el 18 de enero de 1963, Pedro Efraín Alegre Sasiain proviene de una familia numerosa y es el único de doce hermanos que se dedicó a la política. Es abogado y máster en Ciencias Políticas.

La dividida izquierda pide el voto castigo contra partidos

La dividida izquierda paraguaya pide el “voto de castigo” contra los “golpistas” que destituyeron a Fernando Lugo, y su principal candidato, Mario Ferreiro, confía en convertirse en “riel de la balanza” del nuevo Parlamento.

Tercero en intención de voto según las encuestas, el expresentador de televisión Ferreiro es candidato a la Presidencia de Paraguay por Avanza País, una escisión del Frente Guasú por el que Lugo concurre como candidato al Senado.

Tanto esas dos formaciones como la feminista Kuñá Pyrendá (Plataforma de Mujeres en guaraní) han hecho campaña pidiendo el voto de castigo para los dos partidos tradicionales, el Liberal y el Colorado.