El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) alcanzó 46 puestos
Con 99 escaños, MUD logra la mayoría parlamentaria en Venezuela
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) alcanzó una contundente victoria en las elecciones legislativas al obtener al menos 99 curules contra 46 del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), de un total de 167 diputados, anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE), que precisó que aún falta por dirimir 22 escaños.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció que esos resultados, que dan la mayoría simple a la oposición, son “irreversibles”, tras contabilizarse el 96% de las mesas electorales. La funcionaria indicó que hubo una participación del 74,25% en la jornada electoral.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reconoció la derrota. Durante un mensaje televisivo desde el Palacio de Miraflores puntualizó: “Viendo estos resultados hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, a reconocer estos resultados adversos, a aceptarlos y a decirle a nuestra Venezuela que han triunfado la Constitución y la democracia”.
A la oposición el Primer Mandatario le advirtió: “Administren muy bien ese triunfo que han obtenido y ojalá puedan ponerse en sintonía con la necesidad de millones, de que cese la guerra económica contra nuestra economía y contra nuestro pueblo”.
Dijo además que “estos resultados los asumo como una bofetada para despertarnos y enfrentar los problemas... Ha triunfado una contrarrevolución, que ha impuesto su escenario, su guerra”.
Por su parte, el jefe de la MUD, Jesús Torrealba, señaló que la victoria de la oposición representa el inicio de un “cambio” político en este país altamente polarizado.
“La unidad está fortalecida, vamos a celebrar esta victoria en paz. Hoy (ayer) ha comenzado el cambio en Venezuela, no hay una mayoría que quiera aplastar a una minoría”, manifestó el dirigente después de conocerse el resultado.
Jornada en paz
El proceso para elegir a los 167 diputados a la Asamblea Nacional transcurrió con “total normalidad”, informó la cadena teleSUR. En la mayoría de los centros habilitados para las votaciones, que abrieron a las 06:00 (hora local y 30 minutos menos para Ecuador), se evidenció un elevado nivel de participación.
Los más de 14 mil centros electorales dispuestos en el país fueron resguardados por las fuerzas militares que encabezan el Plan República y que disponen de al menos 163 mil efectivos. También más de 12 mil periodistas de distintos países y medios fueron acreditados por el órgano electoral, que celebra la cuarta elección de la Asamblea Nacional desde la aprobación de la nueva Constitución en 1999.
Tibisay Lucena informó que las mesas se encontraron 100% operativas y que fue normal el proceso electoral en todo el país. En los comicios hubo 3.900 observadores nacionales y más de 130 delegados internacionales, invitados tanto por el CNE como por los partidos políticos.
Carol Delgado, embajadora de Venezuela en Ecuador, indicó que en representación del país viajaron las asambleístas María Augusta Calle y Liuba Cuesta, el dirigente sindical Oswaldo Chica y una delegación de técnicos electorales del CNE Ecuador, incluido el presidente, Juan Pablo Pozo.
Patricia Roda, excanciller de Honduras en la gestión de Manuel Zelaya, resaltó que la Misión de Acompañamiento de la Unasur está desplegada en 11 estados del país para escuchar a los votantes.
Solo un incidente se registró ayer entre los observadores citados por la oposición. Al exvicepresidente de Bolivia, Jorge Quiroga, se le retiró la credencial por emitir declaraciones políticas. Quiroga dijo a los medios: “Es preocupante el panorama electoral por la ventaja del gobierno”, lo que violó las normas del CNE.
Desde el Parlamento, la oposición planea impulsar una amnistía para lo que llaman presos políticos, entre ellos Leopoldo López, quien pudo votar y estuvo acompañado de una misión de expresidentes latinoamericanos simpatizantes de la derecha venezolana.
Los representantes de la MUD dijeron que aspiran a lograr, desde la Asamblea, que se instale un nuevo modelo económico. Maduro atribuye la crisis a una “guerra económica” de los empresarios de la “ultraderecha”, apoyados por Estados Unidos, y al desplome de los precios del crudo. (I)