Las delegaciones de 16 países, algunos como observadores, unidos en el Grupo Internacional de Contacto, se reúnen en la Cancillería de Ecuador, para emitir una declaración conjunta sobre las soluciones a la crisis que afronta Venezuela.

Entre los que participan en la cita destacan los cancilleres de Costa Rica, Manuel Ventura Robles; de España: Josep Borrell; de Portugal, Augusto Santos Silva; de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa y representantes de la Unión Europea.

En la apertura del evento, José Valencia, canciller de la República, recordó que el Grupo Internacional de Contacto tiene “altos propósitos de solidaridad internacional para ayudar a Venezuela”. Él espera los resultados de esta cita se materialicen.

Esa ayuda, según Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea de Política Exterior, debe ser pacífica y democrática. Felicitó a los países que acogen a cientos de venezolanos que emigran de su país, especialmente a Ecuador, por su trabajo a favor de la movilidad humana.

Esta es la segunda reunión de ese grupo, luego de la realizada el 7 de febrero de 2019 en Uruguay. En esa ocasión se acordó la se realización de elecciones presidenciales libres en Venezuela y que se permita el ingreso de ayuda humanitaria.

En su intervención, Mogherini reiteró que la única solución a la crisis en ese país pasa por la celebración de elecciones "libres y creíbles".

"Continuaremos nuestros esfuerzos conjuntos con el objetivo de ayudar al pueblo venezolano a encontrar una solución pacífica, democrática y venezolana a la crisis del país, a través de elecciones libres y creíbles", afirmó.

La jefa de la diplomacia europea alabó los "esfuerzos de los países de acogida de la región, comenzando por Ecuador, que han recibido millones de refugiados y migrantes".

Y resaltó el papel de liderazgo en la materia que ha adoptado el país anfitrión del evento y copresidente de la convocatoria a la hora de establecer un mecanismo de coordinación regional con "las importantes medidas" anunciadas en la Declaración de Quito sobre movilidad humana y migración venezolana.

Mogherini dijo que las autoridades reunidas han seguido en las últimas semanas con gran preocupación los acontecimientos en Venezuela: "El deterioro de las condiciones económicas y sociales, la mayor polarización de la crisis económica y las preocupantes señales de una posible escalada de la violencia".

En este contexto, enfatizó su "firme rechazo" al uso de la fuerza para abordar la crisis en las calles venezolanas y rechazó al mismo tiempo la violación de derechos humanos y libertades fundamentales.

"Hacemos un llamado a la plena restauración del orden constitucional, democrático y del estado de derecho respecto de las prerrogativas e inmunidades de todos los miembros de la Asamblea Nacional (Parlamento)", apostilló en alusión a las recientes detenciones de legisladores y funcionarios del despacho del presidente de la Cámara, Juan Guaidó.

En el encuentro se espera que los delegados conozcan de primera mano los resultados de dos comisiones de contacto constituidas por el Grupo y que han mantenido reuniones con "todos los actores relevantes en Venezuela".

Por su parte, el canciller ecuatoriano Valencia, que copreside la reunión, apuntó que el objetivo de la convocatoria era "facilitar, el buscar abrir las puertas, ser una herramienta para el alto propósito de hallar una salida a la crisis en que se encuentra la hermana república de Venezuela".

Aseguró que la región, "en cuanto es partícipe de esa situación quiere ayudar a resolver" la crisis y defendió que la conjunción de ideas entre naciones tan dispares como las europeas y latinoamericanas supone "un gran aporte" y demostración de la "solidaridad internacional y regional".

"El Ecuador hará todo lo que esté a su alcance para que esfuerzos como este se puedan concretar de una manera positiva y a favor del pueblo venezolano", aseveró Valencia.

Entre los países comunitarios que participarán en la convocatoria figuran Alemania, España, Francia, Italia, Portugal, Países Bajos, Reino Unido y Suecia. (I)