A 200.000 inmigrantes con visa de turista se les extendió permiso de permanencia por 90 días
Colombia teme crisis humanitaria por llegada masiva de venezolanos
Las autoridades colombianas temen que la llegada masiva de venezolanos por la grave crisis económica, política y social que vive el vecino país provoque una crisis humanitaria en la frontera común, donde cada día cruzan 30.000 personas.
Aunque la mitad de venezolanos que pasa la frontera en el cruce Ureña-Cúcuta es para comprar en esta última ciudad colombiana, otro gran porcentaje es por trabajo o para quedarse en el país en busca de oportunidades.
Según estimaciones de Migración Colombia, unos 350.000 venezolanos llegaron al país en el transcurso de este año, con el propósito de quedarse por la precaria situación social.
“No hay comida, no hay medicinas para los enfermos, los salarios no alcanzan porque todo sube de un día a otro, y la delincuencia no nos deja vivir en paz”, dice a EL TELÉGRAFO Iris Marcano, joven administradora de empresas de Caracas que trabaja como mesera en un restaurante en Bogotá.
Iris, quien está en Colombia con una hermana y una prima, perdió a un hermano mayor el año pasado en el barrio Petare de Caracas. Lo asesinaron delincuentes por resistirse al robo de su teléfono celular. Ella trabajaba en una distribuidora de llantas de automóvil como administradora, pero el negocio quebró por falta de suministro. “Eso está peor cada día. No importa que uno sea o no chavista. Todo el pueblo venezolano sufre. Voy a traer a mis papás”, asegura.
El masivo éxodo de venezolanos se observa principalmente en las ciudades fronterizas de Colombia, en especial en la nororiental Cúcuta, pero también en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga.
En Medellín trabajan en peluquerías, en restaurantes y en el comercio informal. En Bogotá es común encontrar a jóvenes venezolanos pidiendo ayuda en el sistema de transporte colectivo o vendiendo productos artesanales en los lugares más concurridos, como la céntrica Plaza de Bolívar o la Zona Rosa.
Los gobernadores de los fronterizos departamentos Norte de Santander (William Villamizar), Arauca (Ricardo Alvarado) y La Guajira (Weilder Guerra) han advertido que requieren ayuda del Gobierno colombiano para evitar que en esos territorios se produzca una crisis humanitaria.
“En cualquier momento se nos puede desbordar la situación y la verdad es que no estamos preparados para estos flujos que se presentan. Tenemos 4.000 niños venezolanos en las escuelas y les estamos dando servicio de salud a miles más, pero nuestros hospitales están al borde del colapso”, señaló el gobernador Villamizar.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, planteó que la decisión de su país es tenderle la mano a los inmigrantes venezolanos como Venezuela lo ha hecho con los colombianos en momentos difíciles, como en los años en que hubo un repunte de violencia, en los 80 y 90.
“Gran cantidad de venezolanos están llegando, muchos son de origen colombiano, que tienen padres o abuelos nacidos en Colombia. Y los estamos acogiendo. Estamos decididos a resolverles su situación, a tenderles la mano”, sostuvo Holguín, quien señaló que Colombia es el principal interesado en que la situación en Venezuela no continúe agravándose y el gobierno y la oposición dialoguen en busca de un acuerdo político.
Colombia ofreció a 200.000 venezolanos, que ingresaron al país con visa de turista y que rebasaron su tiempo de estancia, regularizar su situación mediante prórrogas de 90 días, hasta completar dos años, a fin de que puedan trabajar documentados durante ese período.
El principal problema, por ahora, es regularizar el acceso de estos inmigrantes a los servicios estatales de salud y educación. Para ello, el Gobierno colombiano estudia implementar un programa social temporal que los cobije.
Además de la volátil situación política, de las protestas callejeras que piden la salida del presidente Nicolás Maduro y de una delincuencia desbordada, Venezuela es un país donde la hiperinflación de tres dígitos y el desplome del bolívar, la moneda nacional, frente al dólar, han empobrecido a millones de personas.
El salario mínimo, que subió en julio a 250.531 bolívares, apenas equivale a $ 19, según la cotización en el mercado negro de divisas. (I)
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Uruguay condenó a Caracas por temor a medidas
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, admitió que el país aprobó la suspensión de Venezuela del bloque Mercado Común del Sur (Mercosur) por temor a medidas comerciales de sus socios en su contra, en una entrevista con el local semanario Búsqueda.
“¿Qué pasa con Uruguay además si se mantenía en una situación intransigente dentro del Mercosur? ¿Y si lo aíslan a Uruguay del Mercosur?”, se interrogó Vázquez en la entrevista.
“No hay, digamos, una normativa que puedan esgrimir los otros países para dejar a Uruguay aislado, pero desde el punto de vista comercial pueden tomar varias medidas que perjudiquen a Uruguay. ¿Y cuántos puestos de trabajo se pueden perder?”, abundó.
“¿Y si hay acciones que pueden perjudicar a los trabajadores uruguayos, a los empresarios uruguayos, al país en general? Ah, yo lo tengo que pensar muy bien”, dijo el mandatario de izquierda.
Luego de respaldar al Ejecutivo de Nicolás Maduro, que afronta protestas populares impulsadas por la oposición, que dejan al menos 125 muertos en cuatro meses en Venezuela, Vázquez decidió acompañar el sábado al Mercosur, que considera que hubo una “ruptura del orden democrático” en el país.
Sin embargo, no se sumó a la condena de 12 países americanos reunidos en Lima el martes, que consideraron que en Venezuela se produjo una “ruptura” de la democracia. (I)