ClearSpace-1 eliminará la basura espacial en 2025
ClearSpace-1, cuyo lanzamiento está previsto para 2025, será la primera misión espacial que tiene como objetivo la eliminación de la basura espacial, sobre todo satélites, que ha dejado el ser humano en órbita alrededor de la Tierra.
"Imagina lo peligroso que sería navegar en alta mar si todos los barcos perdidos en la historia siguieran a la deriva encima del agua", señala a Science Alert Jan Wurner, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA). "Esa es la situación actual en órbita y no se puede permitir que continúe".
Por ese motivo, esta agencia espacial planea lanzar el primer recolector de chatarra en órbita del mundo, un robot de cuatro brazos que rastrea los desechos espaciales, como si de un Pac-Man en un laberinto se tratara. "El problema de los desechos espaciales es más apremiante que nunca. Hay más de 3.000 satélites que no funcionan".
El primer paso será la misión espacial ClearSpace-1, que comenzará recolectando solo una pieza de basura espacial para probar que el concepto funciona. El primer desecho espacial, en este caso, será Vespa, un remanente sobrante del lanzamiento del cohete Vega de la ESA en 2013.
Esta pieza de basura pesa más o menos lo mismo que un pequeño satélite y tiene una forma simple que debería hacer que sea fácil de agarrar con cuatro brazos robóticos. Una vez que esté a salvo en los brazos del recolector de basura, será arrastrado fuera de órbita y se quemará en la atmósfera junto al recolector.
No obstante, el objetivo de la agencia es crear la manera para que el robot expulse con seguridad la basura hacia la atmósfera y continúe capturando y recolectando otros satélites o restos de naves espaciales.
Según ClearSpace, la start up suiza que se encarga del diseño y la implementación de este robot recolector, el objetivo final es crear una nave espacial que pueda propulsarse y dirigirse con un "alto nivel de autonomía".
"El problema de los desechos espaciales es más apremiante que nunca. Hoy en día tenemos casi 2.000 satélites funcionando en el espacio y más de 3.000 que no", señala Luc Piguet, director general de ClearSpace.
Y el problema es creciente. "En los próximos años, el número de satélites aumentará de manera importante, con múltiples mega constelaciones compuestas por cientos o incluso miles de satélites planeados para la órbita terrestre baja", añade Piguet.
La creación de una red de recolectores de basura para estos satélites conlleva sus desafíos. Crear y alimentar de combustible una nave espacial cuesta mucho dinero (esta misión se valora en 123 millones de dólares), y aunque los científicos han estado explorando opciones más baratas durante años, como usar la basura que se recoge como combustible, nada ha llegado a materializarse aún. (I)