Claves de la llegada de presos de Guantánamo a Uruguay
Los seis prisioneros de Guantánamo liberados por Estados Unidos llegaron en la madrugada del domingo a Uruguay, que los recibe en calidad de refugiados.
- ¿Quiénes son los presos trasladados a Uruguay?
Son Ahmed Adnan Ahjam, Ali Hussain Shaabaan, Omar Mahmoud Faraj, Jihad Diyab, los cuatro de nacionalidad siria; Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy, tunecino, y Mohammed Tahanmatan, palestino.
Diyab se había declarado en huelga de hambre y acudió a la justicia estadounidense para hacer valer su derecho a no ser alimentado a la fuerza.
Con esta transferencia quedan actualmente 136 detenidos en Guantánamo.
- ¿En calidad de qué vienen?
Llegan en calidad de refugiados, informó el gobierno de Uruguay, que destacó que eso lo obliga a mantener respecto a ellos "el más estricto apego a las normas de protección internacional humanitaria" y respetar así su privacidad.
- ¿Pueden entrar y salir del país a voluntad?
Sí. El propio presidente José Mujica dijo en julio que tendrán la misma seguridad que un ciudadano común: "Para nosotros serían seis ciudadanos más que trataríamos que se ubicaran en algunos lugares del país, que trabajaran si quieren y si se quieren ir que se vayan", indicó entonces. Su seguridad será "como la de todos los ciudadanos", añadió.
El pasado viernes Mujica ratificó en declaraciones a la televisión estatal que "el primer día que se quieran ir se pueden ir".
- ¿Por qué Uruguay aceptó recibirlos?
Por razones humanitarias, según Mujica, un exguerrillero que estuvo más de 13 años preso y ha recordado la historia de Uruguay como país de refugio y cuya población es en gran parte descendiente de inmigrantes.
"Hay momentos que hay que marcar un rumbo", dijo el viernes Mujica. "No son cosas de todos los días pero en la vida hay cosas de principios que son innegociables".
"He criticado toda mi vida y lo voy a seguir criticando a Estados Unidos, sus actos de intervención, sus abusos, pero una vez que hay un presidente que quiere desfacer un entuerto miserable que le dejaron ahí, darle la espalda (...) sería una cobardía", añadió.