Civiles huyen de los ataques del ejército turco al noreste de Siria
Turquía lanzó una gran operación militar en el noreste de Siria, sobre la ciudad de Ras al-Ayn, lo que provocó alarma y desesperación entre los combatientes kurdos que han sido aliados cruciales de Estados Unidos en la guerra contra el grupo armado Estado Islámico (EI).
Para los civiles que viven en esta fortaleza kurda, es su peor pesadilla. Hasta el cierre de esta edición se reportaron dos ciudadanos muertos y otros dos heridos.
El anuncio se produjo tres días después de que el presidente estadounidense Donald Trump acordó mover a las tropas estadounidenses fuera de la región para despejar el camino para Ankara.
“Las Fuerzas Armadas turcas, junto con el Ejército Nacional Sirio (organización paramilitar), acaban de lanzar la Operación Manantial de Paz”, tuiteó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. “Nuestra misión es prevenir la creación de un corredor terrorista a través de nuestra frontera sur y traer paz”.
Minutos antes del anuncio de Erdogan, los aviones turcos comenzaron a golpear posiciones sospechosas de las fuerzas kurdas sirias en la ciudad de Ras al Ayn, informaron medios de comunicación turcos y activistas sirios.
“Hay un gran pánico entre la gente en la región”, dijo Mustafa Bali, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos, que hasta la semana anterior trabajó junto con 1.000 estadounidenses para derrotar y contener al Estado Islámico.
Hubo signos de pánico en las calles de Ras al Ayn, una de las ciudades cercanas a las fronteras, después de que comenzaron los ataques. Cerca de Qamishli se vieron columnas de humo en un área cercana a la frontera luego de que activistas reportaron sonidos de explosiones cerca.
“Una ola de desplazamiento” comenzó en el noreste de Siria, dijeron las Fuerzas Democráticas Sirias, en un comunicado.
El canal Kurdistan 24 publicó imágenes y fotos de autos que salían de la ciudad predominantemente kurda de Serekaniye, cuando los aviones de combate turcos bombardearon el área.
Las imágenes locales del área mostraban a civiles huyendo mientras el humo se hinchaba en el fondo y la televisión turca transmitía videos de aviones de combate que despegaban de bases militares.
Turquía sostiene que trata de asegurar sus fronteras y terminar con los “terroristas” y eventualmente buscará el regreso de los sirios a su país, millones de los cuales han huido de la guerra civil. Sin embargo, los kurdos dicen que la operación apunta principalmente a aplastarlos.
Las Fuerzas Democráticas Sirias están dirigidas por las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) y mantienen enfrentamientos con el gobierno turco. Turquía considera al YPG una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán separatista, que Estados Unidos señala como grupo terrorista.
Los comandantes y combatientes kurdos dicen que se sienten traicionados por sus antiguos aliados. (I)