El ejército de Chile inició el despliegue de personal en distintos punto de la frontera con Perú, en la región de Arica y Parinacota, con el fin de controlar el paso ilegal de migrantes a su territorio.

Esto ante el pedido de la comunidad presente en esa zona que ha denunciado el incremento de ingreso de ciudadanos provenientes de Venezuela. Aunque, según información oficial, a estos se han sumado personas de Colombia, Haití y El Salvador.

Una de las acciones que realizarán los uniformados es evitar los ingresos masivos que, según cuentan, llegan en buses a lugares donde no se puede transitar. Es por ello que se cree que esto se da a través  de vehículos piratas financiados por “coyotes”.

Como parte de las atribuciones que la Ley de Infraestructura Crítica permite a los militares consta realizar controles de identidad; el registro de equipaje si existe presunción de delito y disparos de advertencia.

Los refuerzos militares se desplegarán en puntos críticos de la frontera con Bolivia y Perú por un lapso de 90 días. No obstante, autoridades chilenas esperan que estas medidas puedan ser permanentes en los  952 kilómetros de frontera.

Finalmente, los controles que solicitan a las autoridades irían más lejos ya que desde varios sectores piden que se modifique  ley de migraciones de Chile. Para ello se instalará una mesa de seguridad para dar solución a esta problemática.