Chile defendió ayer ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) su frontera marítima con Perú en el Pacífico y rechazó el reclamo peruano de volver a trazarla según una línea equidistante.

Chile “requiere a esta Corte que reafirme el principio de ‘pacta sunt servanda’ (lo pactado se cumple) y la estabilidad de la frontera”, dijo Albert van Klaveren, principal representante de Chile en el juicio, ante la CIJ.

“Hemos delimitado nuestra frontera marítima en 1952”, señaló el jurista, aludiendo al acuerdo firmado en ese año junto a Ecuador por Perú y Chile, que menciona como límite entre los dos últimos el paralelo geográfico a la altura del límite terrestre bilateral, a 18 grados y 21 minutos de latitud sur.

Van Klaveren rechazó además el reclamo peruano sobre el llamado “triángulo exterior” de 28.000 km cuadrados, situado dentro de las 200 millas náuticas de Perú y por fuera de las de Chile, al insistir en que “Perú no tiene derecho a ninguna zona marítima al sur de ese paralelo”.

Perú argumentó su demanda el lunes y martes. Lima rechaza el paralelo geográfico como límite, asegura que los acuerdos de 1952 y 1954 eran de índole exclusivamente pesquera y reclama el trazado de una frontera según una línea bisectriz, equidistante de las costas.