Los cementerios de Brasil colapsan por entierros de muertos por covid
La pandemia del coronavirus afecta con dureza en muchos países alrededor del mundo, y uno de ellos es Brasil.
Pese a la negativa del presidente Jair Bolsonaro a adoptar medidas de contención para frenar la expansión del covid-19, la enfermedad es una realidad y provoca un elevado número de víctimas mortales.
Eso hizo que algunos de los cementerios, como el de Vila Formosa, en la ciudad de Sao Paulo, tengan que excavar muchas tumbas que ofrecen una visión desoladora.
Con 12.202 casos confirmados y 1.124 muertos por coronavirus, la ciudad de Sao Paulo, foco del nuevo coronavirus en Brasil, implementó un nuevo protocolo que inició el sábado para prevenir el colapso de los servicios funerarios por la pandemia.
“El objetivo del plan es satisfacer la mayor demanda debido a las muertes por covid-19, garantizando la dignidad a las víctimas y reduciendo el sufrimiento de los familiares”, según dijo el Ayuntamiento paulistano.
El plan incluye la apertura de 13.000 tumbas en los cementerios: 8.000 en Vila Formosa, 2.000 en Vila Nova Cachoeirinha y los 3.000 en São Luís.
De acuerdo con el gobierno local, “si el número de muertes es mayor a 400 por día, las tumbas estarán abiertas y listas para ser utilizadas”. Además, en caso de que esto ocurra, el Municipio contrató a 220 funerarias y prevé la vinculación de 200 personas para atender la situación.
El protocolo establece la suspensión de los velorios en toda la ciudad, por lo que únicamente “se pueden hacer homenajes en estructuras instaladas en cementerios, cerca de la tumba”, así como la realización de entierros solo entre las 6:00 p.m. y las 18:00 a.m.
Las autoridades locales programaron la compra de 38.000 urnas funerarias que deben entregarse a fines de mayo para atender la situación en los próximos meses.
Entre otras medidas se prevé la creación de un centro logístico para entierros, el alquiler de cámaras refrigeradas, la apertura de agencias funerarias dentro de los hospitales municipales y la posibilidad de que las familias contraten directamente servicios funerarios privados, lo que reducirá en un 20% la presión sobre el servicio funerario municipal.
“Nuestra preocupación es estar preparados para organizar y minimizar el dolor de las familias, de modo que puedan dar un entierro digno a los seres perdidos.
Por esta razón, preparamos este Plan de Contingencia, para que podamos tener un funcionamiento adecuado del sistema funerario en la ciudad”, dijo el alcalde Bruno Covas.
La administración de la ciudad explicó que ya adoptó acciones que permiten realizar 400 entierros al día, siguiendo los protocolos de seguridad de los profesionales y respetando a las víctimas y sus familias, pero que de todas maneras “decidió actuar para evitar el colapso del servicio funerario, como ya ha sucedido en varios lugares”.
El entierro promedio histórico en Sao Paulo es de alrededor de 240 personas por día en el período de verano. En los meses de invierno, ese número llega a 300 por día.
Brasil es el país de la región más golpeado por el virus, con más de 330.000 casos y 21.050 fallecidos, mientras Latinoamérica va en camino a convertirse en nuevo epicentro de la pandemia, según balances de la Universidad Johns Hopkins. (I)
Los médicos cubanos reintegrados
A finales de 2018, La Habana retiró a sus doctores de Brasil después de las críticas del presidente Jair Bolsonaro, que había calificado el programa Más Médicos de “esclavitud” y había desestimado sus calificaciones profesionales.
Lo cierto es que los 8.000 profesionales cubanos que llegaron a participar en dicho acuerdo de cooperación con Brasilia, entregaban la mayor parte de su salario al gobierno cubano.
De hecho, en enero pasado dos relatoras de la ONU -sobre esclavitud y sobre trata de personas respectivamente- estimaron que las condiciones de trabajo de los profesionales en las misiones de internacionalización de Cuba podrían elevarse a trabajo forzoso, según la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
Tras un año y medio trabajando en otros rubros, Elena, médica cubana instalada en Brasil desde 2014, retomó su labor en el programa Más Médicos en abril pasado.
“Estoy feliz”, dice a RFI. Elena está trabajando en un centro de salud de Itapevi, al oeste de Sao Paulo, en primera línea frente al covid-19.
“Estoy trabajando como urgentista en un centro de combate contra el coronavirus. Varios colegas están suspendidos porque contrajeron la enfermedad, entonces los turnos se hacen más intensos, pero estoy trabajando feliz”, cuenta a RFI.
Los profesionales cubanos ahora cobrarán su salario entero pero su reintegración ha sido lenta. (I)